Después de una licencia de cuatro días, Colón remotaba este jueves por la tarde los entrenamientos para planificar el intenso calendario que se le viene hasta la final de la Copa Sudamericana del próximo sábado 9 de noviembre en la Nueva Olla de Asunción.
El plantel venía con poco descanso y por eso el entrenador Pablo Lavallén entendió que era el momento para bajar un poco las cargas y le dio libre después de perder el Clásico. Un golpe que hizo mella en el grupo pese a los rumores de desinterés y la idea es tratar de dar vuelta la página lo antes posible para levantar y enderezar otra vez el rumbo.
Lo que aparece en el horizonte inmediato es Estudiantes de Buenos Aires el próximo miércoles 16 por los cuartos de final de la Copa Argentina en el estadio Presbítero Bartolomé Grella, desde las 21.10. El DT tiene a disposición a todo el grupo, que ya no tiene lesionados y ya analiza qué es lo más conveniente para ir a buscar las semifinales.
En primera instancia, afrontaría este cotejo con los habituales titulares, pero también es cierto al sábado siguiente debe recibir a Godoy Cruz por la 10ª fecha de la Superliga y también podría darse una rotación. Esto atendiendo a que necesita los puntos como el agua para escaparle al descenso tras quedar a cuatro puntos de la zona roja.
Algo no menor, ya que si bien el foco está centrado en el cotejo contra Independiente del Valle, el torneo local no da lugar para relajarse. Esto tiene que ver con que varios equipos están separados por una unidad. Entonces el conductor rojinegro deberá deliberar para armar la mejor estrategia.
Será cuestión de ver cómo se van dan dando las prácticas para tener una idea más clara de la planificación de cara a un mes cargado con cosas muy importantes.