La calidad sonora depende, entre otros factores, de la calidad de los parlantes y de la ubicación en un espacio determinado. Su correcta disposición puede marcar la diferencia entre una experiencia auditiva promedio y una fuera de serie. En esta nota, expertos en la materia brindan algunos consejos.
La firma de sonido Teufel, con más de 40 años de experiencia en el sector, ha elaborado una guía con recomendaciones prácticas y consideraciones para la colocación óptima de los bafles en diferentes configuraciones, desde un juego estéreo básico hasta sistemas de cine avanzados con tecnología Dolby Atmos.
La colocación es esencial para aprovechar al máximo cualquier sistema de sonido. Adaptándose a las dimensiones y características acústicas de cada hogar, se puede crear una experiencia envolvente para disfrutar de las películas, música y juegos favoritos.
Uno de los principales impedimentos para una correcta instalación de cine doméstico es que, en general, no siempre se dispone una sala dedicada que esté acondicionada acústicamente y libre de obstáculos que permitan posicionar los satélites en el lugar deseado.
Qué es el triángulo estéreo
En un sistema estéreo básico, donde sólo hay dos altavoces principales es fundamental crear un “triángulo estéreo”.
“Esta regla es aplicables a todas las configuraciones multicanal con parlantes frontales. Lo ideal es que los dos principales y la zona de escucha formen el llamado triángulo estéreo. En este caso, la distancia debe ser la misma a la que hay entre el oyente y los dos altavoces”, señalan los expertos.
De esta forma, los dos principales deben apuntar directo a la posición del oyente, para que formen un triángulo equilátero o isósceles, con los bafles ligeramente inclinados hacia adentro a unos 60 grados. El área donde se superponen las líneas de visión entre los parlantes es conocida como el “punto dulce”, donde se obtiene la mejor calidad de sonido.
Donde colocar el subwoofer
Para aumentar el espesor acústico, a este tipo de sistemas de sonido se le puede añadir un subwoofer, un elemento independiente a la configuración base, ya que las bajas frecuencias que emite son levemente captadas por nuestro oído.
“El subwoofer debe poder irradiar las ondas libremente en la habitación y no estar cubierto por armarios u otros muebles. Es importante evitar las resonancias y cancelaciones de la sala. El riesgo de que se produzcan estos efectos es especialmente alto si el subwoofer se coloca en una esquina de la habitación”, aseguran.
En un sistema de cine en casa 5.1 que conste de seis piezas (dos frontales, un central, dos traseros y un subwoofer), se deben seguir pautas específicas para garantizar una experiencia de sonido envolvente óptima: los altavoces frontales, que reproducen la música y efectos de sonido, deben colocarse a la misma distancia creando un triángulo con el punto de escucha.
Lo recomendable sería uno a cada lado de la pantalla, para potenciar aún más la experiencia auditiva, tanto con un sistema 5.1 como 7.1.
En cuanto al central, lo mejor sería colocarlo en la parte inferior de la pantalla, para una reproducción precisa de los diálogos. Los graves proceden del subwoofer y los bafles traseros se sitúan detrás del área de escucha para crear un efecto envolvente inmersivo.