Julio Lucero es un santafesino de 34 años que se curó del coronavirus y ayer se convirtió en el primer donante de plasma recuperado en la ciudad, un procedimiento que permitirá salvar la vida de hasta tres personas que cursan la enfermedad.
El santafesino contrajo el virus durante un viaje a Río de Janeiro al que fue con 10 amigos en marzo. Al llegar a Ezeiza el 16 de ese mes le hicieron controles, pero, al no tener fiebre, Julio pasó y pudo regresar a la capital provincial.
El problema empezó un día después, cuando tuvo unas líneas de fiebre: "Empecé a hacer el autodiagnóstico y coincidía, al igual que otros amigos", contó a través de El Cuarto Poder. "A partir de ahí, ya di por hecho que tenía coronavirus y me empecé a comunicar con el 0800 de la provincia. A la semana me hicieron el hisopado y confirmaron que era positivo de covid", siguió.
Pero Julio no fue el único contagiado del grupo: al menos otros cinco amigos tuvieron síntomas, y otro de ellos dio positivo en el hisopado. Por esto, todos tomaron la sabia decisión de aislarse, sabiendo que podían llegar a ser asintomáticos.
Su novia también se contagió, pero hasta el día de hoy no saben cómo pasó: "Llegue a casa, la abracé una vez, y después no la toqué más, dormimos en cuartos separados, sin compartir elementos, y ella se contagió igual. Nos cuidamos muchísimo pero no fue suficiente".
Luego del diagnóstico comenzó el camino a la recuperación que consistió en dos días y medio de fiebre, ocho con cansancio y dolor de cabeza, y luego vida normal. "Hasta que me dio negativo el hisopado pasé 28 días encerrado".
"En el séptimo día ya me sentía mejor; me puse a cortar el pasto y me sentí medio ahogado pero simplemente me calmé y no hice más nada", contó sobre el proceso de la enfermedad a la que dijo no temerle, aunque confesó que un día tuvo que apagar el celular porque se estaba "volviendo loco". "Había visto unos videos medio feos de gente que no podía respirar, y ese día decidí apagar el teléfono porque era demasiado".
Al enterarse de que existía la posibilidad de donar plasma, tanto Julio como su novia investigaron un poco y decidieron anotarse como donantes una vez que los estudios dieran bien. Finalmente, este martes se llevó a cabo la extracción de sangre, que tiene anticuerpos que podrían beneficiar a quienes están cursando la enfermedad.
"Tenemos acostumbrarnos a una nueva forma de vivir porque no queda otra que ser detallistas y cuidarnos entre nosotros en los pequeños detalles, no compartir el mate, usar barbijo. En Santa Fe, el virus está cerca y ni bien nos relajemos, lo más probable es que aparezca", señaló.
Por esto, Julio dejó un último mensaje en este momento en el que la curva de contagios en la provincia comenzó a ir para arriba: "Si nos cuidamos y hacemos las cosas bien vamos a poder hacer vida normal, pero depende de cada uno".