“Tenemos expectativas para que arranque la actividad. A mediados de marzo habíamos dejado todo listo. Estamos muy ansiosos por ir a la pista y mostrar el auto. Estamos en contacto con los ingenieros y pilotos”,
“En este cambio de planes tuvimos que armar toda la estructura desde cero. Nos quedamos con lo bueno, que es contar con tiempo para armar el taller y la logística. Con el auto hubiéramos llegado muy justo y esto nos dio aire. Pero la parte económica y al futuro del proyecto nos complicó”, agregó Monti, que tiene a José Manuel Urcera como uno de los pilotos de los Chevrolet Cruze.
“Por suerte una estructura chica te da un margen de maniobra. Pero esto afecta mucho al automovilismo. Hay desesperación por salir a correr. El golpe de la primera puesta en pista se notará cuando hagamos las cuentas para ver cómo seguir. Ahora estamos congelados. Por eso creo que el golpe llegará luego de la primera carrera. Queremos terminar en un escenario lógico. La estructura es chica y en mi caso ni siquiera había empezado a rodar. Teníamos que rodar para comenzar a recaudar. Ni siquiera habíamos empezado en lo comercial. Cada equipo tiene sus problemas. Hoy quizá sea más problemático para los equipos grandes. Porque gran parte de los costos fijos se genera en el recurso humano”.