Tras la escandalosa denuncia de corrupción que relizó un empresario del juego que aseguró haber pagado coimas en dólares durante un año por pedido del ex Fiscal Regional de Rosario Patricio Serjal y del fiscal Ponce Ashad, el gobernador Perotti no sólo aceptó la renuncia a su cargo de Serjal sino que también dispuso que quede desvinculado de todo cargo que pueda asumir en el Poder Judicial.
La decisión de Perotti podría darle un cierre a la carrera judicial de Serjal, más allá de que anoche había algunas voces que sostenían que esa facultad compete a la Legislatura.
Sin embargo el decreto del gobernador alega que los hechos de corrupción que se le endilgan le impedirá ocupar cualquier otro cargo en el Poder Judicial. Esta desafectación, por otra parte, pone a Serjal en condiciones de ser imputado en un proceso penal como cualquier ciudadano, ya que no tendrá más los fueros que poseía en virtud de su cargo.
En cuanto a la otra pata judicial detectada en la red, esta tarde será imputado el todavía fiscal —al menos al cierre de esta edición— Gustavo Alcides Ponce Asahad y su empleado Nelson Ugolini. Acusado por un empresario de juego de haberle exigido altas sumas de dinero desde al menos dos años para brindarle protección judicial, el hasta ahora titular de la Oficina de Allanamientos de la Fiscalía Regional Rosario será acusado por los fiscales Gisela Paolicelli y Matías Edery de los delitos de exacciones ilegales, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Respecto de este fiscal, también esta tarde la auditora general del MPA, María Cecilia Vranicich, irá a la comisión de Acuerdos de la Legislatura a trasladar el trámite de procedimiento disciplinario de Ponce Asahad, dado que por la sanción que le cabría por su conducta ella debe inhibirse. La comisión de Acuerdos debe resolver si dictamina o no a una suspensión preventiva de Ponce Asahad lo que, si ocurriera, debe ser resuelto por ambas cámaras en sesión conjunta por mayoría simple.