Aquel sistema operativo móvil tiene una participación en el mercado superior al 80%, una cuota que se sostiene hace muchos años. El software es utilizado por casi la totalidad de los fabricantes de smartphones y tablets, a excepción de Apple que emplea su propio desarrollo, iOS. Entre los muchos clientes de Google figura la compañía china Huawei, que por orden de la administración de Donald Trump ha sufrido vaivenes en su acceso a Android.
La Casa Blanca acusó a Huawei de incluir puertas traseras en sus dispositivos para entregar información al gobierno chino. El fabricante rebatió repetidamente esas acusaciones, aunque ya transita hacia un futuro en el que sus productos estarán emancipados de los servicios de Google, que hasta ahora corrieron en todos los equipos móviles de su catálogo.
En rigor, se espera que en 2021 Huawei lance sus primeros teléfonos con HarmonyOS, su propio sistema operativo móvil diseñado para reemplazar al programa de Google. Tal como contamos en esta nota de TN Tecno, aquel será un paso fundamental para que la firma asiática se independice de la estadounidense, un camino que ya empezó a transitar al crear herramientas alternativas e incluso su propia tienda de apps.
Huawei informó que no alcanzó su objetivo de ingresos para 2019 (12.000 millones de dólares), atribuyendo esa merma a las acciones de Estados Unidos en su contra.
La respuesta de Beijing
Según la agencia de noticias, las autoridades chinas buscan comprobar que Google aprovechó su posición privilegiada en el mercado para sofocar a la competencia. La fuente indica que la decisión respecto a si se avanzará con la investigación formal sería anunciada en octubre.
Una movida de esa especie cambiaría el tablero del negocio móvil e incluso podría perjudicar a empresas chinas, ya que Google podría quitar definitivamente el soporte de Android en los teléfonos que fabrican firmas de aquel país. Otros como Xiaomi, Oppo y Vivo, entre otros, también de China, usan aquel sistema operativo en sus smartphones.
En este punto cabe señalar que en China se emplea una versión abierta de Android y que se incluyen alternativas a los servicios de Google, ya que el buscador, la plataforma de correo electrónico y otros servicios de la estadounidense están prohibidos en el país asiático.
La posible investigación formal de China a Google se conoce en tiempos en los que el pleito entre aquella nación con Estados Unidos se intensificó en el marco de una posible prohibición de la app china TikTok y las negociaciones que encara ByteDance, dueño de esas herramienta, para desprenderse de sus operaciones estadounidenses, el único modo posible para que la red social de videos breves siga activa en aquel mercado.
La eventual movida también se produce cuando China se embarca en una renovación de sus leyes antimonopolio con enmiendas que incluyen un aumento en las multas máximas y criterios ampliados para juzgar el control de un mercado por parte de una empresa, señala Reuters.