Con el primero de los 15 capítulos de la serie documental “Legado pionero”, estrenado anoche por el canal de YouTube de Archivo Armusa, el realizador Claudio Koremblit acerca un material acerca de los orígenes del jazz local que rescata la tarea de "la primera generación que marca un antes y un después en la historia de la música argentina”.
“En un tiempo en que no había escuelas de jazz, ni conservatorios con carreras de música popular ni 'maestros' que guiaran a los jóvenes por la senda del género, éstos músicos tuvieron que poner la oreja en los parlantes y sacar todo de los discos”, repasa Koremblit a Télam acerca de la motivación de este documento audiovisual.
Desde esa misma certeza revisitada en “Legado pionero”, el documentalista indica que “los jazzeros argentinos de los '60 son únicos porque fueron incorporando enseñanzas sin una currícula organizada, sin métodos, tan solo con una pasión ciega que los motorizó. De a poco fueron comenzando a componer, a crear una música distinta a todos sus modelos, se profesionalizaron, pudieron vislumbrar una carrera sin que el contexto los invitara”.
“Fue -insiste Koremblit- una generación de utopistas, autodidactas que abrieron el camino, aprendieron a enseñar, tuvieron la generosidad de compartir sus saberes y desarrollaron estilos originales, que cuando salieron afuera tuvieron óptima recepción del mundo del jazz, aunque eso generalmente les significó ser olvidados en su tierra”.
El estreno de “Legado pionero” se centró en la historia del pianista Horacio Larumbe, entrevistado por el baterista Norberto Minichilo, ambos fallecidos, en 2003 y 2006, respectivamente.
Legado pionero
La serie presentada por el pianista Jorge Navarro, quien también es parte de la galería, continuará el domingo próximo con un perfil del trompetista Roberto “Fats” Fernandez y el 24 será el turno del pianista Santiago Giacobbe.
Otros nombres que serán parte de esta memoria son Jorge López Ruiz, Baby López Furst, Jorge “Negro” González, Néstor Astarita, Rodolfo Alchourrón, Alfredo Remus, Gustavo Bergalli, Américo Bellotto, Jorge Anders, Horacio Malvicino, Gustavo Kerestezachi y Carlos Alberto “Pocho” Lapouble.
Cada entrevista se completa con material visual y audiovisual disponible, con actuaciones en vivo, en TV y privadas, de los distintos archivos participantes y con el aporte esencial de la familia de cada músico.
Koremblit, que fue productor musical de "Badía y compañía" entre 1984 y 1988 y ostenta una larga trayectoria audiovisual, profundiza con “Legado pionero” una obra independiente y autogestiva que en septiembre pasado tuvo su primer gesto con el largometraje "Gustavo Leguizamón creando la tierra".
El visionado de esta serie jazzera es libre y gratuita, pero para apoyar el trabajo independiente de Armusa se solicita una contribución voluntaria que puede concretarse por medio de una cuenta de Mercado Pago.
Koremblit y "Legado Pionero"
Para sumarle contexto a esta investigación cultural, Koremblit apunta que “dedicarse al jazz, como luego al rock, era cosa de locos. Los marginales de la sociedad. No es casual que los primeros cubes de jazz fueran prostíbulos, como en el tango”.
Pero la ligazón entre tango y jazz tendría matices porque, señala, “esta generación viene a clausurar la festividad de los '40 y los '50 que reunía a orquestas de tango y jazz y a proponer a cambio una música para escuchar. El jazz pierde el baile, abandona la masividad y se acerca a la música de cámara, un estigma que se mantendrá para siempre y que es coincidente con la ruptura que provoca el nuevo tango, con Horacio Salgán, Astor Piazzolla y Eduardo Rovira”.
Télam: ¿Qué sentís que puede aportarle la memoria de época que acerca esta serie a la actual escena del jazz local?
Claudio Koremblit: Sin memoria no hay historia y siempre será útil y necesario conocer las huellas esenciales de cada género, porque son los verdaderos héroes de la historia, los que tuvieron que hacer todo desde cero.
T: ¿Qué balance hacés de la repercusión de “Gustavo Leguizamón creando la tierra", primer documental propio que se liberó a través del canal de YouTube de Armusa?
CK: La repercusión del “preestreno” fue conmocionante, pero medirlo en plena pandemia no sería razonable. Aún espero estrenarlo en una pantalla, de cine o de TV, creo que ahí recién podríamos hacer un balance. Quiero también que se muestre en el resto del país y en el exterior. Para eso tiene que servir el trabajo, para abrir nuevos campos para la música del “Cuchi”, para que se lo descubra en todo el mundo. Sin eso, nos quedamos a mitad del camino, o en el inicio.
T: ¿Apareció gracias a ese documento en torno a Leguizamón algún organismo interesado en apoyar esta labor tan importante?
CK: No, por ahora tan solo palabras de elogio. Pero entiendo el contexto pandémico como un momento en donde lo prioritario no es la calidad de la música o la necesidad de recuperar la memoria sino la pobreza extrema de los músicos en el presente, una verdadera tragedia social y cultural que aún no tiene respuesta.
T: ¿Cuáles otros proyectos de rescate de la cultura musical argentina tenés en carpeta?
CK: Tengo por delante editar el documental del “Mono” Villegas y la segunda parte del “Cuchi”, que espera la recuperación de un material gráfico por parte de La Gaceta de Tucumán. Hay un documental sobre Jorge Pistocchi, el creador de las revistas "Expreso Imaginario" y "Pan Caliente", otro sobre Jorge Lazaroff, el héroe de la nueva canción uruguaya, y uno sobre Oscar Matus, el descubridor de Mercedes Sosa y motor del Nuevo Cancionero.