Más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a votar este domingo en el balotaje presidencial entre el correísta Andrés Arauz y el conservador Guillermo Lasso, aspirantes a suceder a Lenín Moreno, que deja al país en medio de una profunda crisis económica y sanitaria, exacerbada por un nuevo rebrote de la pandemia.
En total, 13.099.150 de los 17,4 millones ecuatorianos están llamados a las urnas entre las 7 y 17 (9 y 19 hora argentina) en más de 4.200 centros electorales distribuidos por todo el país, en los que regirá un protocolo sanitario particular para evitar aglomeraciones en medio de un alza exponencial de casos de Covid-19.
Unos 37.957 soldados y 45.699 policías serán los encargados de velar por su cumplimiento y garantizar la seguridad en los recintos electorales y delegaciones provinciales, informó el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador en su cuenta de Twitter.
Además, 293 observadores internacionales participarán para vigilar la transparencia del proceso.
Si bien el delfín del expresidente Rafael Correa (2007-2017) resultó vencedor de la primera vuelta con 32,72% de los votos -insuficientes sin embargo para evitar el balotaje-, las encuestas vaticinan un reñido escenario frente al banquero, que se alzó segundo con 19,74%, apenas 35 décimas porcentuales por encima del candidato indígena Yaku Pérez.
Publicados antes de que rigiese la restricción electoral del 1 de abril, cinco sondeos daban como vencedor a Arauz con una ventaja de entre dos décimas y siete puntos, mientras que otros cuatro reflejaban un triunfo de Lasso con una diferencia de entre 1,8 y cuatro puntos.
En tanto, la indecisión oscilaba entre un 15 y 20% y los votos blancos o nulos entre un 11,5 y 25%.
Ante este panorama, los dos candidatos centraron las últimas semanas de la campaña en dejar de lado el discurso polarizador e incorporar propuestas más inclusivas para captar a los más de cuatro millones de ecuatorianos que votaron por otras opciones en la primera vuelta.
En particular, al más del tercio de votantes que se inclinaron por las candidaturas de Pérez y del líder de Izquierda Democrática (ID), Xavier Hervas (cuarto con 15,68% de los sufragios), que fueron las sorpresas del escrutinio y encarnaron nuevas alternativas frente a la grieta correísmo-anticorreísmo.
Aunque ID decidió oficialmente no apoyar ninguna candidatura para la segunda vuelta, Hervas anunció que votará a Lasso, a quien pidió revisar sus propuestas para encontrar puntos comunes.
Peréz, por su parte, denunció un supuesto fraude orquestado entre la derecha y Correa para dejarlo fuera del balotaje, por lo que su movimiento instó a sus electores a votar nulo en la segunda vuelta.
Más allá de los resultados, estos comicios suponen el principio del fin del Gobierno de Moreno, quien terminará su mandato el 24 de mayo sumido en un ocaso político, en plena crisis económica y sanitaria, con un criticado manejo de la pandemia, socialmente deslegitimado -con sólo 8% de aprobación- y tildado de "traidor" por el correísmo que lo llevó al poder hace cuatro años.