Según Diego Grinfeld, presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas se registró 10% más de muertes por enfermedades cardiovasculares desde el inicio de la pandemia.
Esto es consecuencia de una "disminución en los controles de las patologías, no solo por la pandemia, sino por las restricciones y por el susto que se generó y la falta de información, ya que no se le dijo a la gente que tenía más riesgos de morir por problemas vasculares que por contagios de covid".
En esta misma línea, aseguró que lo que disminuyó fueron los controles ambulatorios, que en algunos lugares, alcanzó el 80%, causando "no solo el aumento de la mortalidad, sino de la morbilidad, ya que aquellos que no fallecieron evolucionaron en insuficiencia cardiacas y arritmias".
Además, afirmó que la gente "minimizo síntomas o los aguantaba por miedo a salir. Un infarto no tratado tiene una mortalidad del 40%. Mientras que en uno con tratamiento, la mortalidad baja a un 6%".
Por último, si bien los números de controles no llegaron a los del 2019, esperan que con este plan para cuidar de la salud, aumenten las consultas y controles de estas enfermedades prevalentes.