Como en cada previa, la sección "chimentos" de Diez en Deportes acapara gran parte de la atención de los hinchas. Más que nada, porque se revelan cosas con detalles que no se conocen. Pese a la denominación del espacio, es información concreta y por eso tiene más relieve.
Es así como en la antesala del partido ante Godoy Cruz, se dieron a conocer con pelos y señales los pormenores del fuerte cruce entre dos dirigentes de Unión en el partido ante Talleres, en el 15 de Abril. Una noticia que sacudió la escena, por rumores de golpes de puño. La verdad de la historia, relatada por Matías Lorefice.
"Todo comenzó por ese penal que Nazareno Arasa no le cobró a Juan Manuel García, donde el arquero le agarró el pie con una mano y lo tumbó. Un dirigente después de ver esto, quizás no tuvo en cuenta el momento ni la forma. Entonces, llevado por la bronca dijo «esto pasa por la ausencia de peso que tenemos en AFA»".
"Esto hizo que varios se calentaran y hubo uno, que según los pares de comisión, es bastante calentón, le respondió y se empezaron a insultar. Tuvo que salir el presidente Luis Spahn a tratar de calmar un poco las aguas y separar".
"Todo se escuchó en el estadio: los gritos e insultos, como así también frases de «háganse cargo del equipo que formaron». Del otro lado llegó un «vos callate», con amenazas de golpear y otras cuestiones".
"Pasó todo y parecía que el tema se había calmado, pero cuando terminó el partido, uno salió por un lado y otro, por el otro a propósito y lo manoteó de atrás".
Por lo que pudo saber, Matías Lorefice enfatiza en que no hubo golpes de puños, sí zamarreos y manotazos, que debieron separar nuevamente. "Esto habla a las claras de que las cosas no están bien, con diferencias personales marcadas y divisiones acentuadas en la comisión del fútbol de Unión".