Entre los anuncios realizados por el gobierno nacional figura la apertura de los boliches, con un aforo del 50% y con el esquema completo de vacunación. Esta medida de flexibilización tiene una doble reacción en los empresarios del sector, ya que por un lado celebran el poder abrir después de casi dos años, y también vuelven a reclamar contra la ordenanza de emergencia nocturna y relocalización de los boliches en una zona de difícil acceso.
"Desde la economía, la situación habla por si sola, estar casi dos años cerrados. A uno le duele que hay un montón de situaciones que están permitidas hace mucho tiempo. Sabíamos de parte del rubro que esto iba a suceder así pero todavía no sabemos si la situación sanitaria sigue estabilizada, mañana se disparan los casos y vamos a volver a cerrar, estos negocios son masivos y con mucha inversión, y animarse a abrir es en una incertidumbre completa" declaró por LT10 Jorge Reynoso, dueño de la Pirámide.
A esta incertidumbre, se le suma la situación estructural del lugar en el que están emplazados los boliches. "El Municipio dijo que nos acompaña y que va a hacer las inversiones necesarias porque se robaron toda la iluminación en la zona, de toda la extensión de cables se robaron la mitad, no hay luces en el área de localización de la ruta 168" agregó el empresario.
"Nosotros estábamos mal antes de la pandemia, funcionábamos muy mal. Hay una ordenanza por la que están estos comercios en el sector, la de emergencia nocturna. Hoy, los comercios que surgieron en barrio Candioti están por fuera de la norma" detalló sobre el conflicto existente por la proliferación de bares en dicho barrio, a los que describe como pubs.
"La zonificación no se respeta ni nunca se respetó, y la desnaturalización de la norma es eso" afirmó Reynoso.
"Todo barrio Candioti trabaja sin restricciones, cómo puedo trasladar a la gente o invitar a otro servicio mas restrictivo, menos divertido, más complejo, complicado y costoso" concluyó.