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Sábado 19 de Febrero de 2022 - 11:49 hs

La diferencia entre la sal marina la rosada y la común

Algunas características de cada tipo para que puedas diferenciarlas además de su aspecto

Actualizado: Sábado 19 de Febrero de 2022 - 11:51 hs

Si bien la sal “de mesa” es la más común y utilizada, existen otras como la marina o rosada que ganaron popularidad en el último tiempo y se presentan como opciones más saludables. A continuación, todo sobre ellas para que evalúes cuál es la mejor.

La sal común es un nutriente esencial para preservar la vida. Cumple un rol clave en el funcionamiento del metabolismo, transporte de nutrientes y eliminación de sustancias del organismo. Es vital para controlar la cantidad de agua del cuerpo, permitir la transmisión de los impulsos nerviosos y regular el ritmo del músculo cardíaco.

Se obtiene de depósitos de sal y es refinada para darle su textura característica, que la hace mucho más fácil de incorporar y disolver en las preparaciones. Es común que se comercialice adicionada con yodo, con el objetivo de prevenir enfermedades de tiroides.

La sal marina, en cambio, se obtiene directamente de la evaporación del agua del mar. Por lo general no se procesa y eso le permite retener cantidades muy pequeñas de minerales como magnesio, potasio y calcio. Mientras que la rosada o del Himalaya se consigue solamente en Asia, específicamente en depósitos prehistóricos, que le permiten un rico contenido en oligoelementos.

Gran parte de la población cree que la sal marina es una alternativa mucho saludable. Se cree que es más baja en sodio comparada con la sal de mesa. Esto es incorrecto, dado que la mayoría de las sales, incluyendo la de mesa, marina, kosher y del Himalaya, contienen aproximadamente la misma cantidad de sodio, 40%.

Si todas tienen la misma cantidad de sodio ¿Por qué la etiqueta puede decir que tiene menos sodio que la sal de mesa? Esto se debe a que se necesita menos cantidad para salar. Si los cristales de sal son más pequeños, entonces caben más en una cuchara. Mientras que una cucharadita (de las de té) de sal de mesa tiene aproximadamente 2300 mg de sodio, la marina tiene 2000, la del Himalaya alrededor de 1700 y la sal Kosher 1900 aproximadamente.

Aunque la sal es la mayor fuente de sodio en nuestra dietas, también existe otra pequeña cantidad que incorporamos por los aditivos, saborizantes o conservantes que se usan en la fabricación de ciertos alimentos. Y si bien es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, cuando se consume sal en exceso existe un mayor riesgo de hipertensión arterial.

Una ingesta excesiva de sal puede provocar que el cuerpo retenga líquidos, lo que añade una carga extra al corazón y los vasos sanguíneos. En algunas personas esto puede desencadenar un aumento de la presión sanguínea, subiendo el riesgo de padecer enfermedades del corazón y ataques cerebrales.

El cuerpo solo necesita 200 mg de sodio por día, una cucharadita tiene cerca de 2300 mg. La mejor manera de reducir el sodio es evitar la comida rápida, preenvasada y procesada, debido a que tienden a ser altas en sodio. Esto incluye tocino, embutidos, jamón, sopas, verduras o legumbres enlatadas, manteca, distintos tipos de quesos, especialmente el azul y parmesano, o pizzas.

Para cocinar con menos sal podés optar por hierbas y especias para dar sabor. Aquellas que son frescas potencian más el sabor en comparación a las que son secas. Comé carnes magras frescas y pollo sin piel, pescado, claras de huevo y atún enlatado en agua. Otra opción son los productos preparados sin sal agregada, como las sopas bajas en sodio.

Fuente: hola doctor