En la sexta jornada por el juicio contra el presunto jefe narco Esteban Lindor Alvarado fue convocado como testigo el ex ministro de Seguridad de Santa Fe Maximiliano Pullaro.
En este marco, el ahora diputado provincial hizo un reconto de la investigación que terminó con la detención de Alvarado y sobre la situación actual de la provincia de Santa Fe, relacionada a la seguridad.
“Para nosotros la detención de Alvarado no era una más. Habían sucedido cosas que nos llamaban la atención. Primero, el envío de información desde la provincia de Buenos Aires, de la Justicia de San Isidro, que condenó a Alvarado por robo de autos" aseguró Pullaro.
Sin embargo, no tenía ninguna causa en la provincia, y al tener "muchos vínculos policiales y judiciales, era muy difícil dar con su paradero". Una ardua investigación lo detectó en Río Tercero, donde al momento de su detención arrojó un teléfono celular al lago, que fue recuperado y enviado a Estados Unidos donde lo desbloquearon y finalmente pudieron adquirir información importante para la causa.
"Fue como abrir una caja de pandora porque salió muchísima información de ahí" afirmó Pullaro. En total recuperaron 4.500 mensajes de texto y audio, pero muchos fueron borrados 15 días antes. Esa información permitió descifrar cierta lógica con la que se cometían ciertos delitos en la provincia.
En segundo orden, el ex ministro de Seguridad fue crítico con la situación actual del servicio penitenciario santafesino, y exige que el gobernador "se ponga las pilas y lo ordene".
"El desmadre que hay hoy en el servicio penitenciario impacta directamente en las calles, las bandas se animan a cada vez más" resaltó sobre el accionar delictivo y extorsivo que vive sobre todo la ciudad de Rosario.
Además, concluyó en que "lo que pasa en Santa Fe es un gobernador que no toma decisiones. Tenemos un desmadre en las calles y en 25 meses no se desbarató ninguna organización criminal".