En la noche del 3 de febrero, Lucio Belfiori llegaba a la casa de unos amigos en barrio Siete Jefes. Sin embargo, antes de avisar que estaba afuera, fue interceptado por dos individuos en una motocicleta, que a punta de pistola le sustrajeron su moto, y antes de irse le efectuaron un dispararon en la zona del cuello.
Vecinos y personas que estaban en una concurrida costanera oeste lo auxiliaron y llamaron a una ambulancia que lo trasladó de urgencias el hospital Cullen donde ingresó "en un estado desesperante".
Así lo recuerda el director del nosocomio, Dr. Juan Pablo Poletti. El joven de 25 años, profesor de Educación Física y de básquet infantil en el Club Regatas, fue diagnosticado con herida de arma de fuego en el cuello, y "requirió traslado urgente al quirófano, con reparación de la arteria carótida, con bypass, y trabajo multidisciplinario".
Luego pasó a terapia intensiva, y permaneció allí en "un estado hipercrítico y riesgo de vida", luego en el transcurso de su evolución realizó una complicación respiratoria, una neumonía relacionada al respirador.
En consecuencia, por el tiempo en el que no irrigó sangre al cerebro, "hace un edema e isquemia cerebral que le produjo una hemiplejia en el lado izquierdo del cuerpo. Esto, con el transcurso de los días y el trabajo con kinesiólogos empieza a desinflamarse y hace una semana se lo comienza a despertar y descomplejizar". Para esto se le retira el respirador, se le practica una traqueotomía y comienza a respirar espontaneamente por la misma.
Actualmente, su evolución es muy favorable, ya que abre los ojos, responde a objetivos simples, moviliza brazo derecho y ambas piernas, pero atraviesa una polineuropatía como secuela que es recuperable.
Sin embargo, para ver las secuelas definitivas resta mucho tiempo, y una vez concluido su tratamiento en el Cullen deberá asistir a un centro de rehabilitación.
Investigación policial y situación judicial
Con respecto a la causa, dos días después del ataque, un hombre de 20 años fue detenido. Se llama Ramón Genaro, y fue imputado no solo por el reciente caso de Belfiori, sino también por haber cometido otros asaltos similares durante enero pasado junto a otros delincuentes que aún no fueron identificados.
La fiscal también le imputó al joven de 20 años haber sido quien participó de otros dos robos de motocicletas ocurridos durante el mes pasado. El primero ocurrió el 10 de enero, a las 22.30, en Las Heras al 6000. En ese entonces, la víctima fue un muchacho al cual lo interceptaron dos motochorros y uno de ellos le dijo “dale, dame la moto”. Luego lo golpearon y le sustrajeron el vehículo y huyeron motorizados.
Mientras que el segundo hecho sucedió el 16 de enero, a las 3 de la madrugada, en una plaza de General Paz y Derqui, cuando un hombre fue asaltado por un grupo motochorros que lo amenazaron con un arma de fuego y luego le sacaron la moto.
En tanto, el segundo agresor, el que disparó y huyó en la moto de Lucio sigue libre.