Ante las últimas lluvias crece la expectativa por el aumento del caudal de los ríos tras tres años de sequía. Pese a que parecieron copiosas, no impactan el cauce de los principales ríos de nuestra zona, principalmente el Paraná.
La bajante de los ríos que componen la Cuenca del Plata tiene una causante: el fenómeno de La Niña, que se mantendría al menos hasta finales de mayo.
La recuperación de los niveles habituales del río que predominaban antes de 2019 no se revertirá a corto plazo, ya que los pronósticos advierten que las lluvias seguirán por debajo de lo normal. Sólo lluvias persistentes y abundantes permitirán pensar en un incremento de los caudales, estimaron desde el Instituto Nacional del Agua (INA).
“La bajante del Paraná responden a un cuadro regional que ya cumple tres años, que es el fenómeno de La Niña, con sus primeros indicios en junio de 2019 y que se extendería al menos hasta fin de mayo”, indicó Juan Borus, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, en diálogo con LT10.
El anhelo es que los ríos vuelvan a las alturas promedio después de tres años de bajante atenuada y persistente. Esa recuperación no será nada fácil, advirtió Borus. Para que esto ocurra, lo fundamental es el retorno de los porcentajes de humedad, que depende mucho del período de lluvias que se avecinen.
Deben confluir una serie de variantes para que el Paraná sea normal, "no depende de un solo evento climático, sino que sea en un marco climático. Nada hace pensar que la sequía se vaya tan fácilmente, pero tampoco significa que en este tiempo no haya alguna lluvia muy contundente y con muchas precipitaciones”, explicó el especialista.
La mejora en el caudal se pronostica para los últimos meses del año. Aunque los ríos no alcanzarán el nivel promedio. "Lo fundamental en este contexto “es que haya lluvias consecutivas y abundantes”, enfatizó Borus.
