A principio del mes de mayo, China aprobó la importación y comercialización de la soja transgénica con tecnología HB4 tolerante a la sequía desarrollada por la empresa argentina Bioceres en conjunto con el Conicet y la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Raquel Chan, docente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a UNL y CONICET, destacó por LT10 la importancia de que "Argentina logre poner tecnología aparte de granos en el mercado internacional".
Además, detalló que se trata de un producto íntegramente en la Argentina, entre una institución pública y la empresa Bioceres que está formada por productores argentinos.
El resultado final se verá cuando se siembre y luego se coseche, pero es un gran logro ya que China es el primer consumidor de nuestra soja.
"China es un país complicado ya que ahí hay que hacer todos los estudios de nuevo, demostrar que no hay daño ambiental ni peligro para la salud humana y animal (...) ya lo dábamos por perdido porque pasaron 6 años" detalló Chan sobre el logro.
Con la tecnología HB4 las plantas tienen una tolerancia superior en periodos de sequía y un rinde mucho mayor. Como diferencial este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su productividad. El trámite de aprobación de la soja HB4 fue presentado en China en 2016 y con la resolución que autoriza el cultivo en el país, China se suma a Estados Unidos, Brasil, Paraguay y Canadá que ya habían aprobado el desarrollo. Dichos países representan aproximadamente el 85 por ciento de la producción global de soja.