Akamasoa Argentina es un movimiento de solidaridad de más de 500 voluntarios que trabajan cada día para construir oasis de esperanza en pos de poner de pie a los más débiles de la sociedad con trabajo, educación y disciplina.
Gastón Vigo Gasparutti es licenciado en administración y fundador de Akamasoa Argentina. Conmovido por la historia de Pedro Opeka, fue a Madagascar y convivió con él y su gente durante dos meses para aprender cómo replicar el milagro en nuestro país.
"Yo creo que no hay personas más auténtica que el Padre Opeka, es dificil encontrar a alguien que haya sacado de la extrema pobreza a medio millón de personas" indicó el voluntario. "A mi esa obra me conmovió, no es justo que alguien viva cómo en la edad de piedra".
A la hora de hablar del cambio cultural, Vigo indicó que para él "en la vida los incentivos son todo: si te incentivan para no trabajar, para no estudiar, pera no esforzarte, difícilmente busques eso. Tambien es el estar. En la extrema pobreza las figuras paternas y maternas están muy ausentes".
El titular de Akasoma Argentina continuó: "Yo les soy siempre muy claro: 'ustedes están en una trampa'. No porque nos tengan que creer a nosotros. Es muy raro encontrar un país que en los últimos 50 años haya duplicado la población y multiplicado por 15 su número de pobres. Eso le cabe a cualquier partido político,pero tambien a la sociedad que no discute ninguno de estos temas".
"Nosotros primero los invitamos a trabajar, después pudimos comprar un campo. Después empezamos a planificar: a donde poníamos las casas, a donde el jardín, donde el lugar de trabajo. El gran problema viene cuando nadie les quiere hablar de las obligaciones: todos hablamos de derechos, pero nadie se anima a hablarle de sus obligaciones. Cuando vos ves que tu abuela, tu vieja y tus hijos salieron de la miseria, se te empiezan a generar dudas", continuó.
A la hora de hablar de la situación argentina, Gastón Vigo aseguró que Argentina es un laboratorio: "multiplicamos por treinta los planes sociales y la pobreza se perpetúa. Es decir, si se buscaba sacar a la gente de la pobreza no se logra. Porque se parte de una idea errónea: de que el pobre es una persona igual que nosotros a la que simplemente le falta plata. Entonces aumentan la cantidad de dinero y no se dan cuenta que esa persona carece de introspección, no pudo terminar los estudios, apoya la cabeza en la tierra, escucha balas antes de irse a dormir, no tiene luz, no tiene agua potable, no tiene cloacas, y encima no tiene plata".
La experiencia en Lima, provincia de Buenos Aires, Vigo contó que es un caso increíble. "Es una ciudad que tiene 35.000 habitantes y siete villas miseria. Tiene centrales nucleares y no tiene un hospital".
En el predio ya están por construir el noveno complejo de viviendas, un centro de acogida, un jardín montesori, una guardería y un centro de salud. "Ya avanzamos con los viveros hidropónicos y hoy cultivamos 6000kg de verdura por mes. Capacidad de laburo en la pobreza hay muchísima. El problema es que se va al pobre como un beneficiario, y yo creo que debe ser un participante activo. Pero para eso tenes que estar dispuesto que te duelan los mismos huesos al final del día".
Por último Vigo contó que "al trabajar en la extrema pobreza te das cuenta que a muchos los estafaron en la escuela, y esta lleno de adultos que tienen ganas de laburar pero no tienen el primario terminado. Si uno no analiza la problemática y no se preocupa de verdad vamos a obtener siempre respuestas de café. Yo no creo que los políticos transformen la realidad, yo creo que la legitima.La sociedad es la que transforme previamente, y el político es el que la legitima. Si no cambiamos como sociedad no va a haber cambios reales".