El río Paraná está recuperando su fisonomía en la ciudad de Santa Fe y sostiene un buen ritmo de crecida.De esta manera, el paisaje costero frente a la laguna Setúbal se llenó del verde por el paso de camalotes, con algunos importantes embalsados que pueden observarse a simple vista.
El subjerente del sistema de información y alerta hidrológico del INA, Juan Borus explicó que estamos viviendo un retorno a la normalidad. "Todavía no está claro que con esta crecida ordinaria tengamos resuelto el problema de la bajante de los tres años anteriores. Está produciendo una mejora importante, sacó a gran parte del litoral de aguas bajas y lo posiciona en aguas medias", dijo.
Borus explicó que "el límite de aguas bajas es 2.60, osea que con estos 2.80 ya estamos en aguas medias. A pesar de esto falta crecer aún más, esperamos que el pico se de al rededor del 15 de marzo con un pico de 4 metros. Se mantendría durante todo marzo en aguas medias".
"En abril, es probable que ya estemos hablando de aguas bajas, pero moderadamente bajas. Probabilidad de volver a esa situación crítica como la que vivimos el año pasado, se aleja cada vez más. Ya estamos saliendo de este largo período de bajante, pero recien vamos a poder hablar de estabilidad para fines del mes de abril" indicó el especialista.
Razones de la crecida
Por otro lado, Borus aclaró que es lo que ocurre con las represas y las lluvias. "Lo que ha pasado es que la cuenca del plata es muy grande y tiene una región con una estacionalidad definida, que es las nacientes del Paraná y las nacientes del Paraguay. En estas regiones hay meses del año en que llueve y otros en que no. Esta región ha demostrado a fines de diciembre y a principio de enero, lluvias de las que se deberían esperar normalmente. De este modo, concluimos en que el clima por lo menos en las cuencas se ha nromalizado".
Este caudal que está viniendo desde las nacientes del Paraná se suman a otras lluvias que se han dado en la cuenca y generan estas crecidas.
Borus a la vez subrayó que esto no tiene que ver con las represas hidroeléctricas en lo alto de la cuenca. "Por momentos se hablo de 'abrieron las compuertas'. En realidad tiene que ver con que en Itaipú abrieron las compuertas del bertedero porque tras el gran caudal no pueden turbinar tanta cantidad de agua. El Paraná no crece porque abrieron las compuertas, sino porque llovio", cerró.