La vida de Emanuel Ginóbili, como la de cualquier deportista de máximo nivel y reputación, está asociada al éxito y a las alegrías. Sin embargo, hay un lado oculto que muchas veces no se ve y tiene que ver con el sufrimiento.
El día que Manu Ginóbili salvó su vida de milagro
En una entrevista, Manu contó que en 2004, cuando estaba de luna de miel, sufrió un accidente automovilístico que no terminó en tragedia de milagro. Fue en la previa a los históricos Juegos Olímpicos de Atenas y este 28 de julio, a 46 años de su nacimiento, lo recordamos.
"No me maté de pedo. Se me vino un auto de frente que pasaba a un camión en una curva. Me tiré a la banquina y empecé a derrapar. Podría haber matado a alguien, podría haberme estampado contra un árbol, me podía caer en un precipicio o darme de frente con él", dijo el bahiense en una charla con el programa DTMB, conducido por su ex compañero del seleccionado y San Antonio, Fabricio Oberto.
Apenas 18 días después de evitar el accidente, Ginóbili tuvo alrededor de su cuello la medalla dorada de Atenas 2004. "No había Juegos Olímpicos, no había carrera, nada. Es una moneda al aire. La suerte está menospreciada", agregó el exjugador de los Spurs, franquicia con la que ganó cuatro títulos de NBA (2003, 2005, 2007 y 2014).