¿Sabías que practicar yoga, tratar dolores con acupuntura o tomar medicinas homeopáticas tiene respaldo científico e internacional?
Desde 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció a más de una docena de terapias alternativas de todo el mundo (muchas de ellas milenarias) y apunta a la integración progresiva de todas ellas en los distintos sistemas nacionales de salud.
Entre las prácticas alternativas (también llamadas complementarias) que desde entonces están legitimadas se encuentran la acupuntura, la homeopatía, la osteopatía, el yoga y el tai chi, entre muchas otras.
La OMS afirmó en el marco de su estrategia 2014-2023 que la gran apuesta es “incorporar a los sistemas públicos de salud las denominadas medicinas tradicionales y medicinas complementarias como solución a los problemas sanitarios que vive el mundo a causa de la crisis. Para la OMS, el conjunto de ambas medicinas incluye la naturopatía, la acupuntura, la homeopatía, algunas terapias manuales como la quiropráctica, la osteopatía y otras técnicas afines, incluidos qigong, taichi, yoga, medicina termal y otras terapias físicas, mentales, espirituales y psicofísicas".
A su vez, el organismo expresó públicamente que "la medicina tradicional, las terapias naturales, y la medicina occidental pueden combinarse de forma armoniosa y beneficiosa", y reconoció que, para la medicina tradicional, la medicina alternativa es fundamental "hacer hincapié en la calidad de vida cuando la curación no es posible".
Las principales prácticas alternativas que reconoce la OMS:
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Homeopatía: es un conjunto de técnicas de medicina energética y vibracional donde se aborda el origen del síntoma. Se busca ir más allá del problema específico o patología, teniendo en cuenta a la persona como un todo integral al momento de decidir el tratamiento más adecuado.
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Acupuntura: responde a una técnica curativa usada en la medicina china tradicional. Se usan unas agujas muy delgadas para estimular puntos específicos en el cuerpo. De acuerdo al punto elegido se puede trabajar desde trastornos de ansiedad hasta dolores de muela, premenstruales, de huesos e incluso, de trabajo de parto.
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Yoga: esta práctica antigua originaria de la India busca unir el área física, mental y espiritual de cada persona. Como ya te contamos en varias oportunidades, la palabra "yoga" en sánscrito significa unidad, ya que simboliza la unión del cuerpo y la mente. El primer ministro indio, Narendra Modi, decía en una Asamblea General de la OMS: “El yoga representa la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción. Es importante coordinar todos esos aspectos”. Hay más de una docena de estilos y todos traen beneficios comprobables.
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Fitoterapia: se basa en una técnica milenaria en la que se trabaja con hierbas y plantas con finalidad terapéutica. Si nos remitimos al origen del término lo anuncia sin vueltas: la palabra fitoterapia se forma con el término griego fyton (planta) y therapeia (tratamiento). A través del uso de diversos productos vegetales se busca aliviar síntomas, prevenir enfermedades y restablecer el estado de salud.
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Osteopatía: es un conjunto de técnicas manuales y tratamientos no invasivos, que se emplean para tratar lesiones y aliviar molestias y dolores a través de la recuperación del equilibrio orgánico. Para la OMAS se trata de una profesión sanitaria de primera intención e independiente de otras y define el acceso formativo a la misma en su documento “Parámetros para la formación en Osteopatía”, publicado en 2010.
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Tai chi chuan: es una disciplina originaria de China que busca el equilibrio físico y mental, puede practicarse a toda edad y provee amplios beneficios terapéuticos y de gran aporte a la salud. A través de una serie de movimientos corporales donde se valora la lentitud, la flexibilidad, la suavidad, la firmeza y la armonía, se proyecta alcanzar la unión entre la conciencia y el cuerpo.
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Quiropráctica: se basa en tratamientos manuales incluyendo el ajuste vertebral y otras manipulaciones articulares y de tejidos blandos.
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Esencias Florales: son parte de un método de medicina vibracional en el que se emplean esencias extraídas de diferentes flores a través de métodos que respetan la naturaleza y las cualidades vitales de los vegetales.