"Claramente no logré lo que esperaba y deseaba. Lo capitalizo como una experiencia, donde te cambia todo, como la dinámica de vida. Me tuve que enfrentar a otras situaciones que nunca había vivido, como el tema de los pagos. Pero me sirvió para crecer en todos los aspectos. Después, deportivamente, no lo pudo conseguir". Estas palabras le pertenecen a Thiago Vecino, que hace unos días fue confirmado nuevamente en Liverool de Uruguay, tras un paso con poco para destacar por Unión.
Arribó a Santa Fe como uno de los artilleros del fútbol charrúa, pero no pudo ratificarlo en Argentina, donde no hizo goles y quedó fuera de consideración con los últimos dos técnicos. En charla con Sport 890, contó sus sensaciones: "Al comienzo fui alternando como titular. La situación del equipo no era la mejor y estaba peleado el descenso. Justo echaron a Gustavo, que me había pedido, y se hizo todo cuesta arriba. Hubo dos técnicos después y no jugué más. De un momento para el otro no me citaron más. Fueron casi tres meses. Por suerte pude rescindir. Cuando te toca vivir estas cosas en carne propia, te replanteás haberte ido. Pero fue siempre con la idea de dar el salto en lo deportivo".
Luego, contó por qué le costó tanto: "A nivel físico, es un fútbol similar al de Uruguay, pero tiene mucha más dinámica por las canchas. La locura general que se vive, jugado a otro ritmo y la exigencia es de grito constante. Traté y, si bien no fui un desastre, no pude destacarme ni hacer un gol. Chances tuve una o dos nomás. Se hizo complicado".
Mientras que en el final, se escudó: "Cuando llegué la situación del equipo no era la mejor, donde no ganaba, estaba último y no hacía goles, entonces me tocó a mí y a las incorporaciones, que fueron poquitas, pagar los platos rotos. Ni hablar yo que soy delantero y que no pude cumplir. Me caían por eso y se sentía en la cancha. Nunca me tocó vivir una experiencia de tanta adversidad. Así que no salía tanto a la calle para evitar problemas".