Lo que para una gran parte de la población mundial puede resultar un hábito común y corriente, reír y sentirse triste podría desembocar en la muerte para Natasha Coates, quien padece una extraña enfermedad llamada síndrome de activación de mastocitos.
La joven oriunda de Gran Bretaña reveló a medios de su país que debe evitar atravesar por situaciones de extrema alegría y de profundo enojo por ser “alérgica a las emociones fuertes”, según comentó. “Cualquier cambio en el status quo de mi cuerpo, ya sea que esté riendo, llorando, triste o estresada, puede causar una reacción química”, dijo en diálogo con The Mirror.
a británica reveló que le sucede “casi todos los días” y que ha estado hospitalizada “más de 500 veces”. “Cuando siento que comienza, me enojó y trató de reprimir, de lo contrario, tendré una reacción peor. Es un círculo vicioso”, puntualizó.
A modo de explicar cómo es que se percata de que está sufriendo un episodio comentó que se le “produce un bulto elevado y con picazón, eso es causado por la histamina, una sustancia química que proviene de los mastocitos”.
En su cuerpo, los mastocitos tienen gran sensibilidad y liberan grandes sustancias químicas, “mi cuerpo incluso lo hace de forma espontánea, liberando los químicos sin ningún motivo. Así que soy alérgica a nada y a todo al mismo tiempo”, añadió.
Su diagnóstico a tan temprana edad la llevó a un fuerte impacto en su rutina diaria que incluso la condujo a planear su funeral a los 20 años. Si bien se mantiene en alerta de forma constante, se encuentra medicada y bajo un protocolo que la mantiene a salvo. Este incluye una serie de luces rojas que llaman a una ambulancia y una asistente que acude a su casa cinco días a la semana.