En la madrugada, la policía motorizada detuvo a una mujer de 32 años y a un hombre de 34 que intentaban robar en un drugstore ubicado en Junín y San Martín.
Según el relato de Rodrigo, dueño del comercio al Móvil de LT10, un vecino vio que "una pareja con una criatura querían meter al niño por el agujero y que sacara cosas" y llamó a la policía.
Aparentemente, usaron una botella de cerveza para romper el vidrio y luego lo terminaron de abrir a las patadas.
El comerciante agregó que hace mucho que no era víctima de la inseguridad, pero si locales aledaños. Además, asegura que "en el barrio, desde que cierran las clínicas, no hay nada de vigilancia ni patrullaje".
Al ser consultado sobre si va a reforzar la seguridad, reveló que "poner rejas me sale 800 mil pesos. Es imposible".