La solicitud de préstamos se convirtió en una opción de financiamiento clave para millones de personas a lo largo y ancho del país.
La escalada de inflación, que supera el 100% anual, tiene como consecuencia que pagar a crédito sea algo beneficioso por la pérdida del valor del peso a largo plazo.
De acuerdo con un informe emitido por la consultora First Capital, solo en agosto el saldo total de préstamos en pesos alcanzó los $11,93 billones, lo que representa una suba de $6,02 billones en los últimos 365 días y una variación de 101,8% anual.
El fenómeno se acentuó luego de las últimas medidas anunciadas por el Ministro de Economía, Sergio Massa, que estableció el otorgamiento de financiación a tasas subsidiadas para monotributistas y préstamos para la cancelación de deudas con tarjetas de crédito a trabajadores dependientes.
En cuanto a la distribución por tipos de préstamo, encabezan la lista los préstamos comerciales (123,7%), seguidos por el aumento en los consumos con tarjeta de crédito (110,8%), créditos prendarios (88,5%), préstamos personales (66,7%) y, en último lugar, los créditos hipotecarios (31,4%).
“Durante el último mes, la variación ha sido de $1,03 billones lo cual representa un aumento del 9,5%, un valor que también se ubicará por debajo de la inflación estimada. Este mes se repite la caída en los saldos del financiamiento al sector privado en términos reales, de la misma manera que sucedió el mes anterior”, aseguraron los ejecutivos de First Capital.
Las principales líneas de crédito, en números
En el caso de los préstamos personales, aumentaron un 5,2% mensual en términos nominales y el saldo ascendió a $ 1.528.103 millones, lo que muestra un crecimiento interanual del 66,7% si se compara con los $ 916.705 millones que se registraron al cierre del mismo mes del año anterior.
El comportamiento que tuvo esta línea de crédito en agosto revela que el crecimiento nominal es prácticamente la mitad de los valores del Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que demuestra que los usuarios de servicios financieros están eligiendo otro instrumento de financiación como la tarjeta de crédito.
Según la apertura por línea de crédito, en el octavo mes del año, las operaciones con tarjetas de crédito alcanzaron un total de $ 3.691.214 millones, lo que representa un alza de 13,5% nominal respecto al cierre de julio. En cuanto al crecimiento interanual, el mismo alcanzó el 110,8% y quedó por debajo de los niveles de inflación previstos. El crecimiento de esta línea se mantiene por segundo mes consecutivo, lo que da muestra de que se ha convertido en la primera opción de financiamiento de los argentinos, duplicando a los préstamos personales.
Por otro lado, los consumos que se realizan con la tarjeta están afectados directamente por la inflación y esto ocasiona que siga en crecimiento, “por lo menos hasta que los límites de crédito pongan un freno”.
Las líneas de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación/UVA, también tuvieron un incremento en agosto del 5,2% y acumuló un saldo total de $ 470.014 millones, con un alza interanual del 31,4% en términos nominales. Para Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, esta herramienta es útil sobre todo para acceder a una mejora en las condiciones de la vivienda, aunque sugirió tener en cuenta que no favorece el acceso de nuevos financiamientos y, además, que restringe la oferta de los bancos privados debido a la situación macroeconómica.
En cuanto a los créditos prendarios, crecieron 88,5% presentando un saldo de la cartera de $ 751.610 millones, en comparación con los $ 398.697 millones que se informaron en el mismo mes de 2022.
Con respecto a los préstamos comerciales, al igual que los anteriores, mostró una suba, en esta oportunidad, con un stock de cartera de $ 4.694.127 millones, representando un 123,7% más que lo requerido en agosto de 2022. Esto se debe, según la información relevada, a la cercanía del período electoral, ya que influye tanto en los tomadores como en los otorgantes de créditos de esta área.
Por último, los préstamos en dólares tuvieron una variación del 1,4% positiva en comparación con julio, así como un incremento 3,2% interanual. Concretamente, el stock fue de US$ 3.809 millones. “El 68 % del total de la deuda en moneda extranjera sigue siendo la línea de préstamos comerciales, los cuáles subieron un 7,8% en el año, pero cayeron un 1,3% con respecto al mes anterior”, agrega el documento.