Colón volvió del Florencio Sola con las manos vacías. Una derrota ante Banfield que quizás fue demasiado castigo, pero que al fin y al cabo lo dejó hundido en el descenso. Lo peor es que todos los que pelean en la zona baja sumaron, lo que agudizó la crisis deportiva. Fue el principal perdedor de la 12ª fecha, por lo que ya no tiene margen de error y depende de otros resultados para llegar con vida al final.
Un karma de este equipo fue no encontrar respuestas de visitante, donde llegó al quinto revés en fila. Salvo en el debut ante Independiente, al que superó 1-0, luego fueron todos traspiés y ante rivales directos en la lucha por la permanencia, por lo que lo termina pagando caro en la tabla anual.
Un cúmulo de situaciones que le impidieron despegar. En su momento Pipo Gorosito habló del lastre que se traía del campeonato anterior, pero la realidad es que en esta Copa de la Liga tampoco pudo ser regular y, de no ser por la cosecha de local, donde está invicto, su situación podría ser más aciaga.
Ni con Israel Damonte se pudo romper esta mala racha, que es una mochila muy pesada. El objetivo inmediato ahora es Talleres, al que debe superar para no claudicar y luego ir a jugarse todo ante Vélez en Liniers, donde deberá encontrar esas respuestas que, hasta ahora, nunca encontró.