En diciembre de 2012, el Teatro de Títeres Municipal estrenó “Revuelo en el monte”. Con dirección de Jorge Delconte, el elenco oficial llevaba a escena un espectáculo basado en relatos populares de tradición oral, sobre los que habían escrito autores como Horacio Quiroga, Javier Villafañe y Gustavo Roldán. Este miércoles, los actuales integrantes del elenco -Manuel Venturini, Gretel Zapata, Camilo Céspedes y Juan Venturini- darán las primeras funciones de esta obra para personas con discapacidad visual. Será en dos funciones, por la mañana y por la tarde, en la Sala Marechal del Teatro Municipal “1° de Mayo”.
El proyecto -explica la coordinadora de Programas y Organismos Musicales de la Municipalidad, Patricia Hein- se origina en el intercambio que se produjo este año, entre el Teatro Municipal y el Programa TNC Accesible del Teatro Nacional Cervantes, durante la producción de “Hedda Gabler”.
El área de Accesibilidad y Derechos de las Personas con Discapacidad, a cargo de Gabriela Bruno, fue la encargada de contactar a la Asociación Mirame Bien, que dirige Soledad Gelvez; y a la Escuela Especial N° 2075 “Dr Edgardo Manzitti”, para contarles esta iniciativa. La tarea, explica la funcionaria, coincide con la impronta que imprimió en estos años de gestión con el objetivo de “hacer transversal la perspectiva de los derechos que tienen las personas con discapacidad, en las políticas que tiene la Municipalidad en deportes, en las Estaciones, en las propuestas para jóvenes”. En este caso, ejemplifica: “No se trataba de generar un elenco propio o un nuevo espectáculo, sino de que el elenco pueda trabajar con uno de su repertorio habitual para acercarlo a las infancias y adolescentes con discapacidad visual”.
TNC Accesible también asesoró en este proceso, compartiendo sugerencias y herramientas que fueron construyendo “para aprovechar esa capacidad de juego que permiten las artes escénicas, sobre todo con artistas como los que integran el Teatro de Títeres, que se dispusieron a pensar estas funciones muy rápidamente, reconociendo que esa tarea de adaptarse la hacen habitualmente considerando las necesidades de cada público”, agregó Bruno.
“A partir de ahora se sembró esa semilla para que las obras sean inclusivas para todas las personas. El elenco lo tomó así, como una primera experiencia que se podrá mejorar y superar con el correr del tiempo. Ese compromiso quedó también con la Asociación y con la Escuela para que las personas con discapacidad visual se sientan parte de las propuestas artísticas de todo el Teatro Municipal. Quedamos movilizados desde esta perspectiva y queremos que sea un espacio público cada vez más inclusivo”, reflexionó Hein.
Primera experiencia
La preparación de estas presentaciones requirió una función de testeo a comienzos de noviembre que presenciaron docentes de la Escuela Manzitti, integrantes de Mirame Bien y funcionarios de las áreas del municipio involucradas. El intercambio posterior con el elenco permitió definir un momento previo a cada función donde se brindará una descripción del Teatro, del retablo y de cada personaje con la voz que los caracteriza. Al finalizar cada función se hará una visita táctil para que las y los niños puedan reconocer a los personajes basados en la fauna del litoral, el retablo y objetos de la escenografía.
La función de testeo “fue una experiencia muy interesante porque pusimos la obra a disposición de las personas que asistieron y de las docentes, para que ellas nos digan qué había que modificar”, cuenta Manuel Venturini. Lo novedoso del proyecto deja un aprendizaje que valoran desde el elenco: “Esta experiencia nos recuerda que todos los públicos son distintos y que adaptarnos a esa diversidad es parte del mismo ejercicio que hacemos cuando damos funciones en los Jardines, en una plaza, en un Teatro o si fuéramos a otro país”. Por eso, señala que no hubo modificaciones sustanciales en la obra que interpretan habitualmente. Además de los momentos previos y posteriores a la función, “trabajamos para mejorar la dicción, decidimos no usar micrófono para que se escuche bien de dónde viene la voz y reforzamos la iluminación para situar bien el retablo”, explica Manuel.
Aprender en contexto
Desde la Escuela Manzitti, la directora Vilma Gieco señala que es frecuente que los alumnos y las alumnas asistan a espectáculos como los conciertos didácticos y muestras. “Consideramos que la mejor manera de aprender es en contexto, por eso nos gusta aprovechar cada vez que tenemos la oportunidad de participar de algo que consideramos importante, valioso y significativo, como esta invitación que recibimos. Hacía mucho que no participamos de una obra de títeres y nos pareció una excelente oportunidad en el cierre del año”.
Así, invitaron a todas las niñas, niños y adolescentes de nivel inicial, primario y secundario, y a sus familiares. “Todos nuestros alumnos se encuentran incluidos en escuelas de nivel obligatorio y la modalidad especial acompaña específicamente en función de las necesidades derivadas de la discapacidad visual”, remarcó sobre el rol de la modalidad especial para facilitar el acceso a la cultura.
Presenciar espectáculos y asistir a muestras no sólo beneficia a las personas con discapacidad, explica Gieco. Tiene la potencia de transformar a los espacios que facilitan su acceso. Lo más habitual, cuenta, es que las docentes de la Escuela prevean que la experiencia sea accesible, facilitando información y descripciones. “Pero muchas veces nos encontramos con la grata sorpresa de que quienes nos reciben tienen mucha disponibilidad y aceptan recibir sugerencias que podemos hacer previamente. La mayoría de las veces sólo se trata de tener en cuenta cuestiones simples y básicas para que todos podamos disfrutar de la misma obra de teatro o de títeres sin diferenciaciones. Lo que nos dice esta experiencia es que estas modificaciones que suelen hacerse benefician a todos y no sólo a quienes presentan una discapacidad”, concluyó la directora.