Hablo sola más veces de lo que me gustaría admitir. Quizá es fruto de que vivo sola, entreno sola, como sola y teletrabajo, así que paso muchas horas al día en soledad. No es una queja, disfruto mucho de esta soledad elegida, pero en ocasiones me encuentro hablando con la nada en voz alta. Me hablo a mí y también hablo en general, sin dirigirme a nadie.
Aunque pueda parecer que es un síntoma de locura transitoria, lo cierto es que la ciencia tiene claro que hablar solo tiene muchos beneficios. Y la locura no es uno de ellos.
Es bueno para la memoria
La mayoría de los psicólogos afirman que hablar solo es sinónimo de que tengamos ningún problema de salud mental. Gary Lupyan, profesor de psicología en la Universidad de Wisconsin, explicó a la BBC que "hablar en voz alta con uno mismo no es algo irracional". Hablarse a uno mismo en voz alta de manera instructiva puede acelerar las capacidades cognitivas en relación con la resolución de problemas y el desempeño de tareas debido a la hipótesis de la retroalimentación.
En su estudio, uno de los más citados en este campo, quienes dijeron la palabra en voz alta pudieron localizar más rápidamente los objetos que buscaban. Además, quienes hablaban en voz alta tenían más posibilidades de recordarlos. “Decir un nombre en alto ayuda a la memoria gracias a que el lenguaje impulsa el proceso de recuperar el recuerdo”, aseguraba.
Tener este diálogo interno pero en voz alta tiene numerosos beneficios para el cerebro y puede ser una herramienta muy útil para recuperar recuerdos, aumentar la concentración y generar una sensación de seguridad. Según Lupyan, hasta podría sorprendernos nuestra propia conversación y al verbalizar lo que pensamos, llegar a conclusiones que no esperábamos.
Reduce la ansiedad y mejora nuestro rendimiento
Ethan Kross, profesor de psicología en la Universidad de Michigan, explicaba al NY Times que “el lenguaje nos proporciona una herramienta para distanciarnos de nuestras propias experiencias cuando reflexionamos sobre nuestras vidas”. Cuando hablamos con nosotros mismos, tratamos de ver las cosas de manera más objetiva, aseguraba Kross, por lo que es importante cómo te hablas a ti mismo y alejarse de la autoconversación negativa es necesario. Podemos usar el diálogo interno instructivo -hablarte a ti mismo mientras haces una tarea-, o el diálogo interno motivador como el que usa Simon Biles antes de una competición.
Un estudio publicado en Procedia — Social and Behavioral Sciences investigó los efectos del diálogo interno motivacional e instructivo, y el efecto era que cuando lo tenían, eran más eficaces. Kross estudió el impacto del diálogo interno en las actitudes y los sentimientos y descubrió que cuando la gente hablaba de sí misma en segunda o tercera persona, por ejemplo usando "Puedes hacer esto" en lugar de "Puedo hacer esto", sentían menos ansiedad y sus compañeros calificaban mejor sus actos. Según Kross se debe al autodistanciamiento: centrarse en el yo desde la perspectiva de una tercera persona alejada de esa experiencia, aunque esa persona seas tú. Esa distancia es la clave.
Ayuda a la gestión de las emociones y desarrolla la inteligencia emocional
La psicoterapeuta Anne Wilson Schaef asegura que es una excelente herramienta para manejar las emociones. Es más, según este estudio de Cognitive Development, hablar solo nos ayuda a organizar los pensamientos y planificar nuestras acciones, pero también nos ayuda en la gestión de las emociones. En la BBC explicaba que sirve para encontrar alivio emocional porque “todos necesitamos hablar con alguien interesante, inteligente, que nos conoce bien y está de nuestra parte, y esa persona somos nosotros mismos". Conocerte y saber cómo te sientes, “puede ayudarte a ser mejor”, aseguraba.
Esta investigación de los expertos Winsler, Fernyhough, y Montero concluyó que el diálogo interno está estrechamente relacionado con la regulación emocional y el desarrollo cognitivo en niños y hablar solo se asocia con el desarrollo de la propia inteligencia y de las emociones. Es decir, hablar solo nos ayuda a desarrollar la inteligencia emocional.
Hablar solo no es de raritos ni de locos, y como has podido ver, tiene numerosos beneficios. Eso sí, siempre que ese diálogo sea desde el prisma positivo y cuidemos mucho cómo nos hablamos a nosotras mismas. Cambiar el diálogo interior por uno positivo puede llegar también a tener efectos en nuestra autoestima, y puede afectar positivamente a nuestra felicidad.