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Jueves 22 de Agosto de 2024 - 17:40 hs

Cómo limpiar tus lentes de lectura sin rayarlos ni dañarlos

Siguiendo estos pasos, tus lentes de lectura estarán siempre en perfectas condiciones.

Mantener tus lentes de lectura en perfecto estado no solo es importante para preservar su vida útil, sino también para garantizar una visión clara y nítida.

A continuación, te presentamos una guía completa para limpiar tus lentes de manera eficiente, utilizando materiales sencillos y siguiendo un proceso cuidadoso que protegerá las superficies delicadas de los cristales.

Materiales necesarios:

  • Paño de microfibra suave
  • Jabón neutro (preferiblemente líquido)
  • Agua tibia
  • Líquido limpiador específico para lentes (opcional)
  • Estuche para guardar los lentes

Paso a paso para limpiar tus lentes:

1. Lava tus manos

El primer paso es lavarse bien las manos con jabón neutro y agua tibia. Esto es crucial para eliminar cualquier rastro de suciedad, aceite o crema que pueda transferirse a los lentes durante la limpieza. Asegúrate de secarte bien las manos con una toalla limpia antes de manipular los lentes.

2. Enjuaga los lentes

Coloca los lentes de lectura bajo un chorro suave de agua tibia. Este paso inicial ayuda a eliminar cualquier partícula de polvo o suciedad que pudiera rayar las lentes si se frota con fuerza. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente, ya que esto podría dañar ciertos recubrimientos de las lentes.

3. Aplica jabón neutro

Con la yema de los dedos, coloca una pequeña cantidad de jabón neutro y frótalo suavemente sobre ambos lados de las lentes, así como en el armazón y las patillas. El jabón neutro es ideal porque no contiene químicos agresivos que puedan dañar el material de las lentes o dejar residuos.

4. Enjuaga nuevamente

Una vez que hayas limpiado bien las lentes y el armazón, enjuaga todo bajo el chorro de agua tibia hasta que no quede rastro de jabón. Es importante eliminar completamente el jabón para evitar manchas o residuos en las lentes.

5. Seca los lentes

Agita suavemente los lentes para retirar el exceso de agua. Luego, utiliza un paño de microfibra limpio para secarlos. Es preferible usar movimientos circulares suaves para evitar rayones. Evita usar papel o ropa, ya que pueden dejar pelusas o dañar la superficie de las lentes.

6. Almacenamiento adecuado

Para finalizar, guarda tus lentes de lectura en un estuche cuando no los estés utilizando. Esto los protegerá del polvo, posibles rayones y otros daños.

 

Fuente: losandes