En sintonía con las recetas del presidente Javier Milei, el flamante ministro de Salud, Mario Lugones, le pidió la renuncia a los cinco integrantes del Consejo de Administración del Hospital Garrahan tras otorgar un bono de $500.000 para todo el personal.
La tajante decisión es cuestionada por la nueva autoridad de la cartera al sostener que la compensación salarial otorgada “no se corresponde con la pauta salarial que marcó el Estado Nacional”.
Según precisan fuentes del ministerio, “el Consejo definió esta medida sin consultar y sin evaluación previa”, y lo que habría generado malestar en el hospital es que “cada integrante del Consejo gana 5.5 millones de pesos”.
La premisa de Lugones, sucesor de Mario Russo, hombre de extrema confianza del asesor presidencial, Santiago Caputo, es que los funcionarios que gestionan la salud deben comprometerse con el manejo responsable de las cuentas públicas y administrar los recursos con el objetivo de mejorar la calidad de las prestaciones en cumplimiento con el objetivo de déficit cero establecido por Milei.