Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Sun Yat-Sen, en China, pronostica que dentro de 25 años el 40% de los niños y adolescentes tendrán problemas de visión. El análisis se basa en datos recopilados durante las últimas tres décadas, en 50 países, y en 276 informes que abarcan 2 millones de casos de miopía en esos grupos etarios.
El aumento de los casos estirará una tendencia que ya reflejan los relevamientos. De acuerdo a los responsables del estudio, entre 1990 y 2023 la prevalencia mundial de miopía en personas de entre 5 y 19 años aumentó del 24% al 36%. ¿Cuáles son los factores que influyen en estas estadísticas?
4 de cada 10 jóvenes tendrá problemas en la vista en el 2050
El mencionado 40% —que se traduce en 740 millones de niños y adolescentes— es una predicción basada en el aumento de los casos desde 1990 hasta la actualidad.
¿Qué factores tienen peso en esta problemática? Siguiendo a la publicación Science Alert, estudios anteriores vincularon la pandemia de Covid-19 al empeoramiento de la salud visual de los niños, especialmente entre los 6 y 8 años de edad. “Si bien la genética sin duda desempeña un papel en la miopía, eso no puede explicar por completo el aumento de los casos en todo el mundo”, señala a fuente.
La influencia de la pandemia no se relacionada con el virus propiamente dicho, sino al hecho de no pasar suficiente tiempo al aire libre, debido a que en la mayoría de los países se establecieron medidas de aislamiento en los hogares. Al respecto, investigaciones previas descubrieron que esa carencia aumenta la miopía en aproximadamente un 60%.
¿Y las pantallas?
De acuerdo a la fuente, especialistas coinciden que pasar tiempo al aire libre reduce el riesgo de miopía en los niños. En este sentido, la pandemia tuvo otro efecto colateral: un aumento en el uso de pantallas, en tiempos de distanciamiento físico.
“Esto es particularmente significativo para los niños en edad preescolar, ya que se encuentran en un período crítico del desarrollo visual caracterizado por una alta plasticidad”, argumentan los autores del estudio reciente. “Es necesario recopilar datos para medir las variaciones en la prevalencia de la miopía entre la población joven a lo largo del tiempo, ya que ha habido diferencias notables tanto en la etnia como en la geografía”, agregan.
Otra de las variables que contemplan los investigadores es la correlación entre el inicio de la educación formal y los problemas de salud visual. En este punto, se indica a modo de ejemplo que la prevalencia de miopía en África es siete veces menor que en Asia. En este último continente, hay países en los que los niños comienzan a participar en programas educativos a los 2 o 3 años de edad.
Un detalle relacionado a los datos geolocalizados. La prevalencia más alta se registró en Japón, donde el 86% de los niños y adolescentes son miopes. El de la prevalencia más baja es Paraguay, con 0,84%.
“Estos hallazgos son un paso importante para comprender las tendencias a lo largo del tiempo, en particular en las poblaciones que experimentan transiciones rápidas de la miopía y el aumento significativo durante el período de la pandemia de Covid-19″, mencionan los investigadores, remarcando la importancia de identificar los desencadenantes para, en base a esos datos, diagramar acciones preventivas y ayudar a las próximas generaciones.
El estudio fue recientemente publicado en el British Journal of Ophthalmology.