La Cámara de Diputados dirimirá mañana la suerte del veto a la ley de Financiamiento Universitario, en un mano a mano a puro vértigo entre el oficialismo y la oposición, con una definición que se presume muy cerrada, que se resolverá por detalles.
La sesión especial está convocada para mañana a partir de las 11 hs, y tiene lugar luego de la masiva movilización del miércoles pasado en la Plaza del Congreso y otros puntos del país en defensa de las universidades públicas nacionales.
Para blindar el veto, el oficialismo necesita como mínimo un tercio de los votos de los que marquen el voto. Por eso, las ausencias podrían colaborar en el objetivo, dado que angostaría el número necesario para bloquear el avance de la ley.
En el oficialismo sacan cuentas y se entusiasman con el número 81, que es el piso de diputados que, según interpretan, colaborará con la causa.
Eso significa que si votan menos de 243 diputados de los 257 totales, habrán superado el tercio y el objetivo será alcanzado.
De La Libertad Avanza descuentan que los 39 estarán sentados en sus bancas y votarán en consecuencia.
En el PRO aparecen algunas fugas, como las de Álvaro González y Héctor “Coneja” Baldassi, cuyos votos "valen doble” porque no solamente hacen caer la suma del oficialismo (como podría ocurrir si se abstuvieran o si se ausentaran) sino que además hacen crecer la cuenta del adversario.
En duda se encuentra la chubutense Ana Clara Romero, quien responde al gobernador Ignacio “Nacho” Torres y ha tenido recientemente expresiones a favor de la universidad pública.
Sabrina Ajmechet, quien se formó en la Universidad de Buenos Aires con carrera de grado y doctorado, había estado ausente en la sesión del 15 de agosto, cuando se aprobó la ley con media sanción.
Esa conducta despertó algunas suspicacias, pero este martes la diputada cercana a Patricia Bullrich confirmó que se sentará en su banca y votará a favor del veto.
No está claro si hará lo propio el misionero Emmanuel Bianchetti, quien también estuvo ausente. Y el fueguino Héctor “Tito” Stefani no podrá concurrir a la sesión ya que atraviesa un delicado estado de salud.
De esta manera, hay 33 votos seguros por el PRO en contra del financiamiento a universidades públicas, dos a favor, dos en duda y otro ausente.
La UCR volverá a sufrir turbulencias y probablemente algunos de los diputados del “grupo de los cinco” se separen del bloque siguiendo la senda del oficialismo.
Esta vez la cuota de sorpresa será menor, después del desplante que ocurrió con el “panquequeo” de esos cinco radicales teñidos de violeta en la votación de la ley de movilidad jubilatoria.
El oficialismo ya incluye a Mariano Campero y a Luis Picat en la cuenta de votos propios. Ellos se habían ausentado en la sesión del 15 de agosto.
En cambio, Pablo Cervi y Martín Arjol habían votado a favor de la ley de Financiamiento Universitario. Para ellos, el pase de factura y el costo a pagar, en caso de votar con el Gobierno, va a ser mucho más alto.
El último de los cinco es José Federico Tournier, que en aquella sesión aún no había asumido en su banca. Al igual que sucede con Campero y Picat, el Gobierno tiene esperanzas depositadas en él y cree que va a colaborar.
Otra buena noticia para el oficialismo es que el formoseño Fernando Carbajal, por problemas personales, no podrá estar en la sesión. Era un voto cantado a favor de las universidades públicas.
De esta manera, la UCR garantiza 27 votos a favor de la ley, tres serían en contra, dos están en duda y habrá un ausente.
De Encuentro Federal 15 de sus integrantes 16 votarán por la insistencia de la ley universitaria: la única excepción es Ricardo López Murphy, quien horas atrás confirmó que volverá a estar ausente, en lo que puede leerse como un favor hacia el Gobierno.
Los seis diputados de la Coalición Cívica y los cinco del Frente de Izquierda votarán uniformemente en contra del veto presidencial, mientras que el el caso de Innovación Federal, de ocho miembros, es más complejo.
Hasta ayer se descontaba que la totalidad iba a acompañar la ley, pero el diablo metió la cola y aparecieron promesas de fondos para financiar unos puentes de Misiones a Brasil, supo Noticias Argentinas de fuentes de este interbloque dialoguista.
De esta manera, los cuatro diputados misioneros del interbloque cambiarían su voto a favor por la abstención.
En cambio, los tres salteños liderados por Pamela Calleti comprometieron su voto por la educación pública universitaria, mientras que el rionegrino Agustín Domingo lo definió su postura y lo decidirá sobre la hora.
Completan los 81 defensores del veto los tres diputados del bloque tucumano Independencia, dos diputados del MID (el jefe del bloque, Oscar Zago, está de viaje y no llegaría a la sesión) y la monobloquista Paula Omodeo.
El número podría ampliarse a 83 con los votos de las dos sanjuaninas de Producción y Trabajo, Nancy Pïcón Martínez y María de los Ángeles Moreno, quien en la sesión del 15 de agosto se ausentaron, pero luego contribuyeron con el Gobierno al apoyar el veto a la ley jubilatoria.
Con 85 votos, el oficialismo se asegurará la confirmación del veto, tomando como un hecho las cuatro ausencias que ya se dan por descontado (Zago, López Murphy, Carbajal y Stefani).
En el otro bando, para superar los dos tercios de los votos deberán sumar 169 voluntades. Aunque si la cantidad de ausencias fuera mayor, podrán alcanzar el objetivo con menos votos.
Según pudo averiguar Noticias Argentinas, en Unión por la Patria tienen comprometidos a sus 99 representantes para estar en el recinto y levantar la mano a favor de las universidades.
Si esto fuera así, el piso de diputados a favor de la ley sería de 160, y le faltarían algunos votos adicionales para ganar la batalla.
En esa cuenta aparecen 27 de la UCR, 15 de 16 de Encuentro Federal, la totalidad de la Coalición Cívica y de la izquierda, los dos diputados de Por Santa Cruz, dos diputados del PRO y el neuquino Osvaldo Llancafilo.
Un renglón aparte merece la impredecible Lourdes Arrieta (Fuerzas del Cielo - Espacio Liberal), quien en declaraciones periodísticas anunció que tendrá “media mano a favor” de las universidades públicas.
Si bien insinuó un posible apoyo a la ley, la ambigüedad en sus expresiones deja entrever las fuertes presiones que viene recibiendo de parte del movimiento libertario. Si no vota a favor, es muy probable que Arrieta termine ausentándose.
No sería la primera vez que la diputada modifique su voto. Ya lo hizo con la ley jubilatoria, cuando pasó de votar en contra a abstenerse. En la sesión del 15 de agosto, cuando aún no había sido desplazada del bloque de La Libertad Avanza, votó en contra del presupuesto para las universidades.