Los perros son conocidos por su habilidad para percibir las emociones humanas, y uno de sus talentos más impresionantes es la capacidad de detectar el malestar en sus dueños. Cuando una persona está estresada o ansiosa, los perros pueden percibirlo a través de su agudo sentido del olfato, su capacidad para leer el lenguaje corporal y sus instintos de lealtad y protección.
Los perros, cualquiera sea son por naturaleza incondicional con su amo. Son compañeros y fieles y muy juguetones. Siempre están de buen humor. Si la persona se encuentra de buen humor, el perro va a estar a su lado, pero, también puede estar en otra parte de la casa, el jardín, inclusive lejos de su dueño y estar contento, pero, si su amo no está bien, jamás lo dejará solo. Ellos siempre están a pegados porque saben que no están bien y para eso son pura contención, brindan calma.
Se dice, y ellos lo prueban con sus actitudes, que los perros son el mejor amigo del hombre y la mujer. Los perros detectan cambios hormonales mediante su sentido del olfato extremadamente desarrollado, que les permite identificar cambios en el cuerpo humano, como el aumento de cortisol, la hormona del estrés. Este cambio químico en el olor corporal les indica que algo no está bien. Ademán, son capaces de interpretar el lenguaje corporal porque son muy observadores y prestan atención a los gestos, expresiones faciales y postura. Cuando una persona está ansiosa, puede presentar signos físicos como tensión en los músculos, cambios en la respiración o movimientos nerviosos, señales que los perros pueden captar fácilmente.
También, tienen una conexión emocional con sus dueños ya que muchos perros desarrollan a través de un vínculo profundo con su familia humana, lo que les permite sentir sus emociones. Este lazo hace que reaccionen ante el estrés de la persona, ya que perciben los cambios emocionales y quieren ofrecer apoyo.
Otro de los síntomas que detectan los perros es el cambio en el tono de la voz. Si la persona habla en un tono más alto, rápido o tenso debido al estrés, los perros lo notan y así, pueden responder de manera protectora, buscando consuelo para su amigo, o intentando calmarlo.
Por último, al ser animales de rutina, siempre se ajustan a los hábitos y si la persona está estresada o ansiosa, la energía y comportamiento pueden cambiar, y los perros son muy buenos para percibir esos cambios en la rutina diaria. Además, los perros buscan naturalmente el contacto físico, como acariciar, abrazar o simplemente estar cerca lo que puede ser una forma muy efectiva de aliviar el estrés. El simple acto de acariciar a un perro puede inducir una sensación de calma y reducir la tensión, lo que favorece la liberación de endorfinas y mejora nuestro estado emocional.
Por todo eso y más, es que los perros ofrecen compañía y alivio emocional al percibir que una persona está estresada o ansiosa. En estos casos, muchos perros se acercan de forma instintiva, buscando consolar con su presencia. Esto puede incluir gestos como recostarse al lado, apoyar su cabeza o lamer las manos o la cara, acciones que transmiten una sensación de calma y confort. Asimismo, ayudan a estabilizar el ánimo ya que con su cercanía y el contacto físico con ayudan a reducir los niveles de cortisol y aumentar la producción de oxitocina, una hormona relacionada con el bienestar. Esto hace que la interacción con ellos sea una forma natural de aliviar el estrés y la ansiedad.
Seis razas de perros que detectan y colaboran en la calma de las personas con estrés
En situaciones de estrés, la presencia de los perros ofrece a las personas un apoyo incondicional, que ayuda a reducir la ansiedad y proporciona calma y seguridad. Y estas son las principales razas que ayudan a contrarrestar el malestar de las personas.
- Yorkshire terrier: estos pequeños compañeros son capaces de demostrar una gran empatía con los sentimientos de sus dueños. Son muy cariñosos, por lo que te darán ese mimo que necesitas para salir de tu bucle o de tu rutina que conduce al estrés, animándote con su actividad. Con él, el entretenimiento que necesitas en ocasiones está garantizado. Pero también agradecen cierta independencia, algo que puedes valorar si lo que necesitas es tener momentos con tu espacio, pues esta raza sabrá cuándo tiene que optar por dejarte tranquila.
- Bichón maltés: sin duda, estamos ante un excelente compañero. Tranquilo, cariñoso, sociable y leal, siempre mantiene una actitud cálida y cercana, y se adapta de forma sencilla a los ritmos de su dueño, algo que agradecen y necesitan las personas que viven momentos de ansiedad. Por su propia forma de ser, son pacientes y acatan las indicaciones. Pero además, son sociables y alegres, por lo que fomentan que tú también abras tu conversación con otras personas cuando los paseas. Sin duda, un amigo fiel con el que pasar buenos momentos siempre que lo necesites.
- Boxer: es un perro muy cariñoso, aunque su aspecto pueda hacer que, de entrada, no lo parezca. Estamos ante una raza que destaca por su apego, afecto y predisposición al juego. Un amigo fiel con quienes le cuidan, que se muestra muy respetuoso con el hogar en el que vive.
- Bulldog ingles: el carácter de este perro hace que se convierta en un gran aliado de aquellas personas que no están pasando por un buen momento. Les encanta pasar tiempo a tu lado, tienen buen carácter y es muy fácil al trato. Afectuoso y tranquilo, su ritmo de paseo es sosegado, por lo que te transmite esa calma que tal vez necesitas. No es conveniente que realice un ejercicio exagerado, puesto que su hocico achatado y su mandíbula prognata le impiden respirar bien.
- Caniche: tiene la capacidad de darte afecto y diversión casi a partes iguales, por lo que se convierte en una buena alternativa si estás pasando por un momento de angustia en el que necesitas tener la mente ocupada. Es uno de los perros de compañía más extendidos en todo el mundo, puesto que entre todas las razas de perro pequeño son los que gozan de un mejor carácter y su trato es muy fácil. Es muy cariñoso y alegre.
- Golden Retriever: es uno de los perros que más se utiliza en diferentes terapias con adultos, pues ha demostrado en muchas ocasiones su templanza cuando se trata de ayudar a las personas. Son perros muy recomendables para ayudar a personas con depresión o ansiedad, por su lealtad y el nivel de observar y 'escuchar' que mantienen con sus dueños. Ayudan, por lo tanto, en esos casos en los que es necesario fomentar la autoestima y mitigar la soledad. Leales, pacientes y cariñosos, obedecen siempre a su dueño y le ayudan a relacionarse con su entorno.
Tener un perro es sinónimo de compañía, alegría y bienestar. Es un afecto mutuo que se tienen las personas con los perros y muchos de ellos pasan su vida en busca de un hogar. Por eso, adoptar uno sin duda cambiará la vida de los dos.