Más de siete meses pasaron desde la última vez que Boca festejó en tres partidos de manera consecutiva. Sí, siete, más de medio año, un número al menos impactante para un club de la talla del de La Ribera, pero que al mismo tiempo es un fiel reflejo del año irregular y turbulento que tuvo.
Ante Unión, este miércoles y en La Bombonera, el equipo de Fernando Gago tendrá una oportunidad manifiesta de romper otra racha (viene de quebrar la de visitante) y así ratificar que atraviesa un camino de levantada, al menos en lo que a los resultados se refiere.
La goleada a Godoy Cruz por 4-1 y el fin del maleficio en territorio ajeno con el 2-0 a Sarmiento en Junín reacomodaron al Xeneize en la tabla anual con una invitación para seguir soñando con el cupo directo a la Copa Libertadores 2025, y también le abrieron la puerta a la chance de encadenar un triplete de alegrías si supera al Tatengue por la fecha 23 de la Liga Profesional.
Para rememorar la última vez que Boca consiguió una racha similar hay que viajar hasta marzo, cuando el conjunto en ese entonces dirigido por Diego Martínez atravesaba su mejor momento y le ganó en forma consecutiva a Racing (4-2), Central Norte por la Copa Argentina y a San Lorenzo (2-1).
¿Y en el mismo torneo? Justamente esa misma, la única vez que lo consiguió en todo el año: después de ganar ambos clásicos en el torneo local -en el medio empató con Nacional de Potosí por la Copa Sudamericana-, sacó un triunfazo ante Newell´s en Rosario (3-1) el 6 de abril de este año. La seguidilla culminó cuando se finalizó el cotejo postergado con el Pincha con derrota 1-0 en La Plata y desde entonces nunca más pudo mantener la regularidad.