Con Thiago Almada como titular y pieza clave, Botafogo derrotó 3 a 1 a Atlético Mineiro y se consagró campeón de la Copa Libertadores de América en el Estadio Monumental.
Pese a jugar con un jugador menos tras la roja de Gregore al minuto de juego, el “Fogao” se repuso y con los goles de Luiz Enrique, Alex Telles y Junior Santos logró imponerse a su par dirigido por Gabriel Milito para festejar por primera vez el máximo título continental.
Tras lograr el triunfo internacional en Núñez, Almada, quien arribó a la institución a mediados de la temporada y termina con el trofeo bajo el brazo, brindó sus sensaciones sobre la coronación.
Ante los micrófonos, el mediocampista campeón del mundo en Qatar 2022 con la Selección Argentina, describió cómo fue su arribo al elenco carioca y el desenlace de esta tarde: “No me lo imaginaba, sí sabía que iba a ser un trabajo duro. Cuando Botafogo me llamó me propusieron pelear la Copa Libertadores y el Brasileirao, creo que fue muy emocionante para mí. Me ayudó mucho mi familia a tomar esta decisión, mi novia. Quiero dedicárselo a ellos y al club que se fijó en mí”.
Tras esto, el jugador de 23 años analizó las conquistas de su carrera hasta a su temprana edad, y resaltó: “La vida me regaló mucho más de lo que esperaba. Ahora vamos a ir por el Brasileirao, que faltan dos fechas. Ahora a festejar con nuestra gente, con nuestra familia, y después pensar en el partido del Brasileirao, que tenemos que ser campeones también”.
Luego de marcar el foco en lo que viene para el elenco albinegro de Rio de Janeiro, Almada enfatizó el duelo ante el "Galo" y la campaña consagratoria: “Tuvimos una muestra muy buena de caracter. Hicimos un gran partido, fuimos inteligentes, y por eso fuimos los mejores de la copa”, sostuvo.
Por último, el ex futbolista de Vélez Sarsfield se tomó su tiempo y envío un mensaje para Fuerte Apache: “Les mando un saludo a la gente de mi barrio, que siempre me apoya. Les mando un fuerte abrazo. Que sueñen, que pueden lograrlo”.
El camino de Botafogo al partido definitorio en busca de su primera conquista
El camino del “Glorioso” comenzó en la etapa clasificatoria, donde debió dejar en el camino a Aurora de Bolivia y Bragantino de Brasil para llegar a la fase de grupos.
En el sorteo fue emparejado con Junior de Barranquilla, Liga de Quito y Universitario de Perú, donde inició de mala manera: perdió los primeros dos encuentros y sufrió la modificación del cuerpo técnico: llegó Artur Jorge para reemplazar al interino Fabio Matías, quien había debutado ante Aurora por la expulsión de Tiago Nunes.
Luego hilvanó tres victorias consecutivas y un empate que lo clasificaron como segundo de su sector para los octavos de final. Allí se cruzó con un potente Palmeiras, al que superó 2-1 en la ida y con un parejo 2-2 en la vuelta avanzó a cuartos.
Al superar al “Verdao”, su nuevo horizonte fue otro equipo conocido: Sao Paulo, el rival más duro que le tocó enfrentar hasta el momento. En el primer encuentro igualaron sin goles, con una posesión de Botafogo del 63%. Pero la revancha se tornó más complicada: la pelota la manejó su rival y se definió por penales tras el 1-1 en los 90'.
La semifinal ante Peñarol parecía, en los papeles, de los cotejos más difíciles que podía tener. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario: goleada 5-0 en la ida, en Brasil; y derrota 3-1 en Uruguay para avanzar a la tan ansiada final.