Una compañía que fabrica robots propone usarlos para un fin loable: acompañar a personas mayores y ayudarlas en las tareas domésticas, desde la compañía, hasta buscar los medicamentos y ayudarlos a ponerse un abrigo. Pero las imágenes que divulga el fabricante provocan más temores que elogios. Ocurre que si bien los autómatas son humanoides, el ánimo de mímesis va más allá: visten a la máquina con ropa de familiares e incluso colocan rostros de seres queridos en la pantalla ubicada en la cabeza.
Robody, un robot de compañía que provoca escalofríos
El nombre de este autómata —cuya fisonomía es similar a la de Optimus de Tesla, por mencionar un paradigma— es Robody. La compañía que lo fabrica, Devanthro, lo promociona como una herramienta 24x7 para mantener el contacto con las personas mayores y ayudarlas en sus tareas cotidianas. “El envejecimiento de la población y las familias que viven lejos unas de otras se están convirtiendo rápidamente en una grave crisis de atención médica. La combinación de la telemedicina a través de avatares robóticos con la atención humana es la solución”, dicen.
La publicación The Sun, que califica a este robot como “espeluznante”, explica que los movimientos de este robot son controlados en forma remota por miembros de la familia del usuario, que es acompañado. En una supuesta búsqueda de realismo o mayor cercanía, proponen vestir al autómata con ropa de seres queridos. Además, como señalamos, en la pantalla que hace las veces de cabeza es posible colocar una imagen o avatar.
La descripción que sigue parece salida de la serie Black Mirror, aunque es divulgada por Devanthro. “A través de Robody, los miembros de la familia pueden interactuar sin la restricción de la distancia física (…) El robot permite conversar cara a cara, preparar una taza de té para un familiar o incluso dar abrazos”.
En el sitio web oficial del fabricante también detallan que Robody puede tomar la personalidad de médicos o personal de enfermería, no solo de familiares. En cualquier caso, incluso cuando no está activo, puede detectar accidentes y/o caídas para enviar alertas a familiares y personas de confianza.
Un detalle interesante de este desarrollo, que según la compañía que lo comercializa insumió una década de investigaciones, es la modalidad para controlarlo. Quienes lo hacen a distancia —por caso, un familiar— deben usar un kit de realidad virtual que permite ver el entorno del robot y realizar movimientos. Incluso puede “tocar” elementos y recibir retroalimentación háptica, una tecnología basada en vibraciones similar a la que tienen algunos joysticks.