Cristian González se despidió de Unión con un empate, pero también con un pequeño triunfo simbólico: su equipo logró quebrar una extensa y dolorosa racha de derrotas fuera de casa. El 0-0 ante Defensa y Justicia en Florencio Varela no fue un resultado resonante, pero sí significó un corte definitivo a una seguidilla que parecía no tener fin. Y, quizás, también ofreció un cierre algo más digno para un ciclo que supo tener momentos de ilusión, pero que terminó diluyéndose en medio de la irregularidad.
El Tate no había sumado ni un punto como visitante en el campeonato. Seis caídas en seis presentaciones, contando también la derrota ante Palestino en Chile por la Copa Sudamericana. Una racha implacable: Estudiantes (3-1), Tigre (1-0), Huracán (1-0), Independiente Rivadavia (2-0), Aldosivi (2-1) y Palestino (2-0). Una mochila cargada de frustraciones que pesaba cada vez más.
Pero no era solo una cuestión de presente. Desde fines de 2023, Unión arrastraba un karma en territorio ajeno. Antes del empate en Varela, había sufrido tres derrotas consecutivas como visitante en el cierre del año anterior: 3-0 con Independiente, 1-0 con Boca y 1-0 con Platense. La última alegría fuera de casa había sido el 28 de octubre, en La Plata, cuando venció a Gimnasia por 3-2 con aquel gol agónico de Joaquín Mosqueira en el último suspiro. Desde entonces, ocho derrotas y un único empate... justo ante el mismo rival de anoche.
Por eso el empate no fue un resultado más. No para este equipo, no para este momento, y mucho menos para el "Kily". Fue una especie de alivio emocional, una caricia en medio de un cierre doloroso. Se va el DT con más penas que gloria, pero también con la satisfacción de haber terminado su ciclo sin otra caída, dejando al menos una señal de que, incluso en la despedida, se puede torcer una historia que parecía escrita de antemano.
Ahora, Unión deberá reconstruirse desde ese empate. Buscar identidad, recuperar confianza y, sobre todo, volver a ser competitivo lejos de casa. El ciclo del “Kily” termina, pero la historia sigue. Y tal vez, este empate sea el primer paso hacia algo nuevo.