Mientras el plantel de Unión continúa con su preparación para el segundo tramo de la temporada, el mercado de pases parece haberse frenado tras un arranque prometedor. La única cara nueva hasta el momento es la del delantero Cristian Tarragona, que ya entrena con normalidad, pero las gestiones por los demás refuerzos solicitados por Leonardo Madelón están lejos de resolverse.
Refuerzos pedidos, negociaciones estancadas
Madelón fue claro desde el principio: necesita al menos cuatro incorporaciones más para apuntalar al equipo. En su lista de prioridades figuran un lateral izquierdo, un marcador central zurdo, un volante central de contención y un jugador ofensivo que aporte desequilibrio.
Uno de los nombres que surgió para el lateral es Alexis Soto, actualmente en Defensa y Justicia. Hay interés, pero no avances concretos. En esa misma línea se ubica la posibilidad de sumar a Gastón Togni, también del Halcón, aunque su salida es muy complicada desde lo económico, al igual que la del mediocampista uruguayo Rodrigo Saravia, actualmente en el Rostov ruso, cuyo salario y pase están fuera del alcance de la tesorería rojiblanca.
Operaciones caídas o en pausa
Del lado de las salidas, la situación es similar. El arquero Matías Castro tenía todo listo para ser refuerzo de Belgrano de Córdoba, pero en las últimas horas la transferencia se enfrió y hoy su futuro es una incógnita. Algo similar ocurrió con Diego Armando Díaz, quien parecía tener las horas contadas en Santa Fe. Tenía propuestas de Patronato y Deportes Limache (Chile), pero Madelón decidió frenar su salida y hoy lo considera una alternativa válida dentro del plantel.
Expectativa por Dómina
La situación de Jerónimo Dómina también sigue generando atención. El juvenil está cerca de renovar su contrato, pero podría emigrar si llega una oferta firme desde el exterior, algo que la dirigencia no descarta siempre que las condiciones beneficien al club.
El tiempo apremia
Con el partido ante Rosario Central por la Copa Argentina en el horizonte, el panorama es claro: Unión necesita sumar refuerzos y no hay demasiado margen de maniobra. Por ahora, el mercado está más lleno de intenciones que de concreciones, y eso genera inquietud tanto en el cuerpo técnico como en los hinchas.
El desafío para la dirigencia será reactivar las gestiones en los próximos días, ajustar los números y cerrar nombres que realmente potencien al equipo. Porque el semestre que viene exige respuestas, y no alcanza con promesas.