Con la mira puesta en el inicio de la pretemporada y en la planificación del 2026, Ezequiel Medrán terminó de darle forma definitiva a su cuerpo técnico en Colón. En las últimas horas, el entrenador cerró la llegada de una pieza clave para su estructura de trabajo diaria, reforzando un área que considera fundamental para el desarrollo del equipo.
Se trata de Nicolás Salvá, preparador físico con el que Medrán mantiene una relación profesional de larga data. Ambos compartieron procesos en Central Norte de Salta, Atlético de Rafaela y Gimnasia de Mendoza, experiencias que consolidaron una metodología común y una dinámica de trabajo basada en la confianza mutua.
La incorporación de Salvá no pudo concretarse en un primer momento cuando Medrán asumió en Santa Fe, debido a cuestiones personales que le impidieron al preparador físico sumarse de inmediato al proyecto. Por ese motivo, durante la etapa inicial del ciclo, el área física quedó a cargo de Bruno Spreggero, quien trabajó junto al plantel mientras se resolvía la situación.
Ahora, con ese escenario aclarado, Salvá se incorpora oficialmente y será quien esté al frente de la preparación física del plantel sabalero. Para Medrán, la llegada de su histórico colaborador representa algo más que un ajuste de nombres: es la posibilidad de trabajar con un profesional que conoce en profundidad su idea, su exigencia y la manera en que pretende llevar adelante cada proceso.
De este modo, Colón comienza a darle forma definitiva a su estructura de trabajo pensando en el año que viene, con el objetivo de llegar a la pretemporada con todas las áreas definidas y un cuerpo técnico consolidado. La apuesta del entrenador es clara: rodearse de personas de confianza para sostener un proyecto que busca orden, continuidad y una identidad bien marcada desde el primer día.