Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo fueron, durante décadas, momentos críticos para los servicios de guardia pediátrica. Quemaduras y lesiones en manos, rostro y ojos eran parte de una escena repetida. Sin embargo, este escenario cambió de manera sostenida en los últimos años, impulsado por la prohibición de la pirotecnia sonora y un cambio cultural enfocado en la prevención.
En este contexto, el Hospital de Niños Orlando Alassia registra un dato histórico: desde hace un lustro no recibe pacientes con heridas provocadas por pirotecnia, una tendencia alentadora que las autoridades sanitarias buscan consolidar.
“Desde hace cinco años, de la pandemia para acá, tenemos cero ingresos de niños a la guardia del hospital por accidentes por pirotecnia”, afirmó el director del establecimiento, Pablo Ledesma, en diálogo con LT10.
El profesional explicó que, tras la implementación de la prohibición, se registraron algunos casos aislados al principio. “En las fiestas de los primeros dos años recibimos uno o dos niños con heridas muy leves. Luego la pandemia, si bien fue catastrófica en otros aspectos, en esto también ayudó”, señaló. Desde entonces, el registro se mantiene en cero.
Ledesma recordó el impacto que tenía la manipulación de estos elementos en la salud infantil años atrás. “A mediados de la década del 90, las guardias del 24 a la noche empezaban a llenarse desde la tardecita”, relató. En aquel entonces, el panorama era desolador: “Hemos visto manos amputadas y lesiones por quemaduras realmente severas”.
Entre los casos más graves, el médico mencionó secuelas irreversibles. “Recuerdo haber tenido que realizar la evisceración de un ojo por lesiones mecánicas y quemaduras gravísimas, además de heridas profundas en rostro y miembros”, detalló. Según explicó, las consultas variaban desde “lesiones mínimas por no soltar el artefacto a tiempo” hasta cuadros de extrema gravedad.
El director del Alassia atribuyó este cambio a la insistencia en las campañas de concientización y a la normativa vigente. “Se insistió tanto con la 'pirotecnia cero' que finalmente, en un efecto dominó, los municipios lo establecieron como norma y hoy tenemos esta realidad”, sostuvo.
Consultado sobre otros riesgos comunes en las festividades, como los disparos de armas de fuego al aire, Ledesma fue categórico: “Eso tampoco lo vemos hoy en el hospital”. Y concluyó: “Si no ingresa al Alassia, posiblemente no ocurra en ningún lugar, porque al hospital llega todo”.