Sebastián Amaral tiene 27 años, es obeso y hace pocos días presentó un recurso de amparo en los Tribunales provinciales para pedirle al Ministerio de Salud de Santa Fe que se le restituya el tratamiento para adelgazar que estaba llevando adelante, aunque, esta vez, “en una clínica como la gente”. Hasta julio de este año, Sebastián estuvo internado para tratar su obesidad en la clínica del doctor Alberto Cormillot, pero el tratamiento fue interrumpido para ser trasladado “a un lugar mejor”, el Geriátrico Provincial de Ayolas y Necochea. Allí, se quejó el joven, las condiciones no estaban dadas para que el tratamiento siguiera su curso como corresponde y decidió irse. Ahora pide al Estado provincial que resuelva su situación –el tratamiento por seis meses sale 300 mil pesos– y lo lleve a un lugar acorde a sus necesidades.
“Yo estuve internado en la clínica de Cormillot, 3 meses y 20 días. Ahí adelgazaba todos los días, estábamos bien. Me lo pagaba la provincia, que de repente, en julio, interrumpió mi tratamiento, me sacó de ahí y me dijo que me iba a llevar a algún lugar mejor. Hace diez días me llevaron al geriátrico de Ayolas y Necochea, pero me hizo mal estar ahí. Me pusieron con gente que le faltaba una pierna, alcohólica, anciana… Eran buenas personas, los médicos también, pero a mí me hacía mal. Ese no es lugar para mí”, relató Sebastián a El Ciudadano.
Su pedido no suena descabellado, es casi una defensa de su juventud y de su salud. Por eso, lo que reclama es estar en un lugar donde se trate su obesidad y que, a la vez, lo haga sentir cómodo. El joven, que luce tatuajes y hasta un piercing en la lengua, tiene 27 años y vive en un Fonavi, en el corazón de barrio Tablada, con su madre. Enfrente está la casa de su hermana y sus dos sobrinos.
Sebastián llego a pesar 320 kilos. Luego de estar internado por casi cuatro meses bajó 50 kilos. Hoy, alejado del tratamiento, no puede precisar cuánto pesa, pero cree que ronda por los 270 kilos. No tiene a dónde ir a internarse para continuar su tratamiento: necesita adelgazar 150 kilos para luego operarse. El único lugar que le ofreció la provincia es el geriátrico de Ayolas y Necochea: “Dicen que es lo mejor para mí, pero yo tengo 27 años, no quiero ni tengo que estar ahí adentro. Yo no pido volver a la clínica de Cormillot, pido un lugar mejor donde haya actividades para mí: tengo que hacer dieta, actividad física, controles médicos y psicológicos. En el geriátrico me querían hacer pasar como que estaba mal de la cabeza”.
Sin obra social, los seis meses de tratamiento salen 300 mil pesos; y Sebastián necesitaría un año, aproximadamente, para adelgazar lo que necesita. Ante esta situación, el joven y su familia decidieron presentar un recurso de amparo en los Tribunales provinciales.
“Quiero que la provincia, el Ministerio de Salud, se haga cargo”, remarcó. Según señaló después, en caso de no tener respuesta de la provincia, reclamará directamente a la Nación. Entre tantas idas y vueltas, Sebastián también realizó una denuncia por abandono de persona en la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, argumentado que entre julio y noviembre no recibió ningún tipo de atención médica. Cabe destacar que en estos días, tras haber abandonado el geriátrico, Sebastián tampoco está recibiendo los medicamentos que necesita. “Acá solamente me ve el médico de la salita de acá, a dos cuadras”, apuntó.
Martes 27 de Noviembre de 2012 - 13:00 hs
Pesa 270 kilos y pide retomar el tratamiento para adelgazar
Actualizado: Lunes 14 de Marzo de 2016 - 15:26 hs
Fuente: elciudadanoweb.com