El agente del FBI Ron Hopper confirmó que el Omar Mir Seddique Mateen llamó la atención de las autoridades en 2013 por primera vez cuando hizo "comentarios incendiarios a sus compañeros de trabajo que dejaron entrever su posible lazos con terroristas", lo que llevó a las autoridades a hacer un registros de sus antecedentes, revisar cámaras de vigilancia y entrevistarlo hasta en dos ocasiones.
Luego en 2014, apareció en el radar de las autoridades federales por su presunta relación con Moner Mohammad Abusalha, un terrorista estadounidense que murió en un ataque suicida en Siria.
El FBI nuevamente entrevistó a Mateen, tras lo cual se determinó que "el contacto fue mínimo y no constituyó una amenaza en ese momento", de acuerdo con Hopper.
La matanza se ha cobrado la vida de 50 personas y dejó heridas a otras 53, algunas de ellas de gravedad.