A pesar de ser unas de las mascotas más populares, los gatos han tenido desde siempre una reputación de ser egocéntricos, distantes y egoístas, especialmente cuando se les compara con "el mejor amigo del hombre", el perro.
¿Pero está justificada su mala reputación? No del todo, aseguran los expertos, quienes creen que los gatos domésticos simplemente han mantenido muchas características de sus ancestros, los gatos salvajes, que eran criaturas solitarias.
El problema, afirman, es que los gatos nunca fueron completamente domesticados desde que empezaron a convivir con el ser humano hace al menos 9.000 años, según indica el hallazgo de los restos de un humano de ese periodo enterrado junto a su gato, descubierto hace unos años en Chipre.
¿Semi-domesticados?
Para llegar a esa conclusión, Wesley Warren, de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, llevó a cabo hace dos años el mayor estudio genético sobre los gastos domésticos, incluido el gato abisinio, y comparó las diferencias entre el ADN de los gatos domésticos y los gatos salvajes.
Y el estudio concluyó que los genes de los gatos salvajes no difieren tanto de los de los gatos domésticos como los genes del perro con el lobo (el antepasado del perro).
Se estima que los perros empezaron a convivir con los hombres hace unos 17.000 años y se les enseñó a cazar, cuidar rebaños, y proteger sus casas.
Pero, en el caso de los gatos, las primeras sociedades agrícolas simplemente toleraron su presencia porque eran buenos cazadores de ratones, sin exigirles nada más.
En el proceso de domesticación de los perros, se les enseñó a ser sociables, leales y obedientes, algo que nunca se enseñó realmente a los gatos.
El profesor Dennis C. Turner, director del Instituto de Etología Aplicada y Psicología Animal de Suiza y autor de "El Gato Doméstico, Biología de su comportamiento", asegura que los gatos fueron útiles para cazar ratas y ratones que abundaban en granjas y graneros en los primeros asentamientos agrícolas de hace miles de años.
Turner explica que, dado que los humanos vieron que esto era útil para ellos, "empezaron a darles comida extra, por ejemplo, leche en platos pequeños". Pero poco más.
Y hay expertos que discrepan con el término "semi-domesticado".
Melinda Zender, investigadora del Departamento de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsonian, en EE.UU., asegura que los gatos "están completamente domesticados".
Según Zender, los felinos han sufrido modificaciones genéticas en su cerebro, en relación, por ejemplo, a la agresividad y la interactividad.
"Lo que causa confusión es que se trata más bien de una asociación doméstica, donde ambas partes obtienen beneficios. Pero los gatos salvajes siempre fueron más solitarios, incluso esquivos. Tienen un bajo nivel de sociabilidad que ha perdurado en los gatos de hoy".
Selección reciente
Otra razón fundamental que explica el aparente "egoísmo" de los gatos, según Turner, es que en el caso de los perros o los caballos, los humanos facilitaron la reproducción de determinadas razas que tenían rasgos que los hacían más afines al hombre.
Sin embargo, la selección de las razas de gatos es mucho más reciente: mientras muchas razas de perro, caballo o ganado tienen más de 500 años, las razas más modernas de gatos han aparecido apenas entre los últimos 50 y 200 años.
El profesor Turner asegura que los gatos "definitivamente no son 'egoístas', sino que retuvieron su independencia en cierta forma, principalmente por la falta de selección (de razas) por los humanos. "Ellos han 'elegido' vivir con nosotros", es su explicación.
Como los gatos salvajes
La escasa evolución genética respecto a los gatos salvajes puede explicar por qué los gatos retuvieron ciertas características que les permiten sobrevivir más fácilmente que otras mascotas sin ayuda humana.
Por ejemplo, tienen el rango de audición más amplio de todos los carnívoros y pueden ver por la noche, lo que les permite detectar fácilmente a sus presas.
Y no depender de la comida que les dan los humanos les hace más fácil sobrevivir sin ellos. Y si alguna vez un gato te trajo un ratón muerto, y te sentiste emocionado porque sintió que pensó que era un regalo, no te emociones.
"Esto está probablemente relacionado con que las gatas traen comida a sus gatitos. Y, en el caso de los gatos machos, porque tienen el estómago lleno", le dijo Turner a BBC Mundo.
Pero el experto dice que hay una forma de hacer que los gatos se interesen más en ti.
"El mejor consejo es esperar hasta que el gato te busque y, cuando lo haga, disfrutar de su compañía. Se quedará más tiempo contigo si es él quien toma la iniciativa".