John Hinckley, el hombre que intentó asesinar al presidente Ronald Reagan en 1981, fue liberado el pasado sábado tras 35 años recluido en un hospital psiquiátrico. Según NBC News y la BBC, el pasado mes de julio un juez dictaminó que no era un peligro para sí mismo ni para el resto de los ciudadanos.
Tras pasar 17 días al mes con su madre en Virginia, cumpliendo estrictas normas de convivencia, John habría sido trasladado definitivamente a la casa familiar. Parte de su liberación incluyeno hablar con la prensa; no se le permitirá conducir a más de 48 kilómetros de su domicilio y 80, en caso de ir acompañado; deberá trabajar tres días por semana; y acudir dos ves al mes a su psiquiatra.
En marzo de 1981, pocas semanas después de ser proclamado el nuevo inquilino de la Casa Blanca, el presidente y tres personas más resultaron heridos en un tiroteo a las afueras de un hotel en Washington. Hinckley fue declarado no culpable por demencia, pero fue enviado a un hospital para recibir tratamiento.
Reagan superó el disparo que recibió en su pulmón; James S. Brady, el jefe de prensa del presidente, falleció en 2014 a los 73 años confinado a una silla de ruedas con graves daños cerebrales provocados por el disparo que recibió en la cabeza.