Osvaldo Soriano nació el 6 de enero de 1943 y falleció un 29 de enero pero de 2017. Periodista, además de escritor, integrante del núcleo fundador del diario Página 12, Soriano transitó con pareja solvencia la novela, el cuento y el retrato de personajes, en los que la información adquiría la densidad de materia narrativa. En la década del 80 y hasta su muerte fue uno de los escritores argentinos más leídos en el país. Sus libros fueron publicados internacionalmente y varios de ellos adaptados al cine.
Triste, solitario y final
Publicada en el exilio, en 1978, la breve novela (menos de cien páginas) constituye una feroz parodia de las luchas intestinas del peronismo. Ambientado en un ínfimo e improbable pueblito bonaerense, de esos que Soriano amaba recrear en sus ficciones, el libro progresa hasta alcanzar un clímax de tragedia fraticida, en la que los dos bandos se enfrentan violentamente bajo una misma consigna: "Perón o muerte".
Cuarteles de invierno
Uno de los mejores trabajos de Soriano. Aquí también el escenario es un pueblo de provincias en el que la calma aparente de la superficie esconde un tumulto de pasiones oscuras. El cantante de tangos Andrés Galván y el boxeador Rocha llegan en tren para animar una fiesta local organizada por las autoridades del lugar, bajo régimen militar. No saben que pronto se verán presos de una trampa sin salida.
Artistas, locos y criminales
Reúne crónicas y semblanzas periodísticas publicadas durante los años que trabajó en La Opinión, entre 1971 y 1974. De Robledo Puch a José María Gatica; del Operativo Dorrego al asesinato de Rucci, la prosa de Soriano envuelve al lector de la primera línea a la última. Su galería de hechos y de personajes, una vez más, pinta un cuadro de la Argentina, pero va más allá y alcanza a captar el espíritu de una época.
El ojo de la patria
El espía argentino Julio Carré, mediocre y sin demasiado quehacer, vegeta en París como un engranaje olvidado de la burocracia y se busca la vida con changas y chapuzas hasta que desde Buenos Aires le encomiendan una misión secreta y crucial: repatriar el cadáver de un prócer amado por unos y odiado por otros. La historia, la política y el humor tragicómico confluyen una vez más en esta creación disparatada de Soriano.
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