En el paraje La Velita, pequeña colonia cercana a General Villegas, provincia de Buenos Aires, hace 20 meses que casi no para de llover. Cuando la situación parecía mejorar, cayeron otros 75 milímetros que terminaron por aislar totalmente la escuela Rural N° 29, donde 5 alumnos asisten cada día.
Empeñada en no perder contacto con sus chicos, la docente Daniela Canale decidió utilizar su auto para recorrer la zona y visitarlos casa por casa.
En realidad, Daniela es mucho más que docente: se desempeña como directora, maestra y hasta de portera, ya que es el único personal junto a un profesor de gimnasia.
A veces le toca dejar el aula para hacer de psicóloga o simplemente para hacer mandados o comprar masitas para todos. La maestra tiene a cargo 5 niños de distintas edades y a cada uno le lleva -en su auto particular- el contenido que corresponde a la edad y materia.
Daniela recurre habitualmente a sus vecinos, para que la ayuden a llegar a las casas, que habitualmente quedan lejos una de otra. Se organiza y visita 2 días una, y después se aboca a otro alumno, si el barro se lo permite.
“El auto mío parece una escuela ambulante” dice la maestra con entusiasmo en el programa Dale que Vamos de LT10. Aunque le falta poco tiempo para jubilarse, está dispuesta a sostener su misión: “Yo creo que esta es la vocación que tengo, si tuviera que volver a elegir, sería docente. Y docente rural”.
En cuanto al sistema educativo comentó: “Si no cambia vamos a seguir estancados. El docente que se inicia está condicionado por el sistema. Hay mucha cantidad de contenido con respecto a lo pedagógico. El docente está desprotegido”.