El cerebro es como una computadora en la que debemos ordenar y retener muchísima información, pero si lo sobrecargamos puede generar olvidos, cansancio en exceso y poca eficiencia. Para que eso no pase, es importante mantener a nuestro cerebro sano, haciendo actividades que nos distraigan de la rutina. De esa manera evitarás el estrés y aumentaras tu rendimiento.
Algunos sostienen que ordenar nuestro cerebro es tan importante, o más, que ordenar nuestro hogar. ¿Qué pasa cuando tenemos mucha ropa por cualquier lado? ¿Qué pasa cuando no limpiamos durante mucho tiempo? Lo mismo le ocurre al cerebro si no se lo ejercita y ordena.
Podés leer: Los neurocientíficos recomiendan ir a la playa regularmente
Esto ocurre porque la energía estará puesta en ordenar lo que está mal y luego enfocarse en las acciones concretas que debe realizar. Esto suma estrés y quita tiempo productivo. Por ese motivo es clave ordenar nuestro cerebro con unos simples consejos que te serán de mucha utilidad.
Dejá fluir tus pensamientos
Es clave que le dediques un momento del día para poder relajarte y concentrarte en lo que te hace bien. Muchas personas optan por hacerlo a la mañana, aunque otras prefieren el momento previo a dormirse.
Sólo necesitás concentrarte en vos y en tu cuerpo durante unos minutos. Cuando inhales y exales, tratá de enfocarte en todo el día que tendrás por delante o el que paso. Agradecé y dejá fluir. Es bueno que dediques unos minutos diarios a la reflexión ya que eso aclarará tus pensamientos y alivará el estrés.
Leé más: Caminar diariamente disminuye la tristeza, la ansiedad y el estrés
Una buena alternativa para ayudarte a acomodar las ideas es que escribas los pensamientos que te molestan o ideas que no sabés cómo resolver en un papel. Te va a ser muy útil visualizarlo y ponerlo en palabras claras. De esa manera, a medida que vayas logrando tus objetivos vas a poder ir tachándolos y además le sacarás tanta carga al cerebro, ya que no deberá preocuparse por demás por miedo a olvidarse de algo.
Controlá tus emociones
Es importante que puedas aprender a controlar tus emociones. Por supuesto que no es tarea sencilla y es un ejercicio que se aprende y se domina con el tiempo. A medida que lo practicás, más sencillo te va a resultar. Tratá de controlar los enojos en exceso, las tristeza y las preocupaciones.
Demás está decir que somos seres humanos y que ese tipo de sentimientos suelen florecer cada tanto y está bien que suceda. El problema es cuando este tipo de sentimientos invaden nuestro día a día.
También podés leer: Mindfulness: el arte de recuperar la calma y vivir con plenitud
Alejate de pensamientos negativos y de cosas que están fuera de tu alcance. Preocupate por lo que realmente podés resolver, ya que llenar tu cabeza de pensamientos que no podés controlar no sirve y derrochás energía.
Dormí bien, hace ejercicio regularmente y practicá mindfulness. La clave está en poder dominar los sentimientos negativos.
Poné tu atención en una cosa a la vez
Muchas veces nos cuesta hacer foco en una sola cosa y atender una cosa por vez. Esto se debe al exceso de estímulos a los que estamos rodeados: el celular, mail y otras responsabilidades hacen que no podamos prestar atención sin distraernos por mucho tiempo.
Una buena forma para organizar tus tareas diarias es que pongas alarmas durante el día y que sean éstas las que le ponen inicio y fin a las actividades. Lo ideal es que durante el tiempo que las estés haciendo, trates de no distraerte.
Es bueno que le des a tu cerebro un descanso cuando sientas que no estás rindiendo como deberías, pero procurá que esto no se vuelva una constante.
Gran parte del cansancio mental que nos deja un día largo de trabajo viene de luchar contra nuestro cerebro, de luchar contra nuestro deseo de hacer una cosa diferente a la que estamos haciendo. Por eso es fundamental que te escuches.