Si trabajás largas horas o durante los fines de semana, notes que tu cansancio se aumenta gradualmente. Esta es una consecuencia lógica de la que no se puede escapar. Ahora, un estudio sugiere que también incrementa el riesgo de sufrir depresión, pero que esto dependerá de cada género.
Investigadores liderados por el Colegio Universitario de Londres (Inglaterra) realizaron un estudio observacional para analizar el impacto de las jornadas laborales en la salud mental. Para esto, utilizaron una base de datos preexistente que hace un seguimiento de la salud y el bienestar de 40 mil hogares en Reino Unido desde 2009. De allí tomaron el período comprendido entre 2010 y 2012, donde participaron 11.215 hombres y 12.188 mujeres.
De acuerdo a las conclusiones publicadas en la revista científica Journal of Epidemiology & Community Health, ciertas condiciones de trabajo impactan de forma negativa en la salud mental de las personas, en particular de las mujeres. Los científicos sugieren que esta situación podría deberse a las horas que dedican a diario a tareas domésticas y que cuentan como una doble jornada.
Por un lado, del análisis se desprende que trabajar los fines de semana está vinculado a un aumento en el riesgo de depresión en ambos sexos, aunque es más significativo en las mujeres.
Por otro, se señala que las mujeres que trabajan unas 55 horas semanales (alrededor de 11 horas diarias, si se cuentan solo los días hábiles) presentan un aumento del 7,3% en los síntomas de depresión. Esto es en comparación con aquellas que tienen una jornada estándar (de 35 a 40 horas). En los hombres no se registraron diferencias.
El artículo también arrojó algunos datos más curiosos, que deberían despertar señales de alerta. Por ejemplo:
- Los hombres trabajan más horas en empleos remunerados que las mujeres;
- Cerca de la mitad de los hombres sobrepasa el horario laboral estándar, mientras que esto sucede en una de cada cuatro mujeres (y ellas, en estos casos, tienden a estar en puestos dominados por el género masculino, algo que puede contribuir al estrés);
- Las mujeres que trabajan los fines de semana suelen hacerlo para el sector de servicios mal pagos, lo que se vinculó con mayores niveles de depresión;
- Los padres con hijos pasan más tiempo en el trabajo que aquellos que no tienen descendencia;
- Cerca de la mitad de las madres que participaron de la investigación trabajan en jornadas de medio tiempo, número que se reduce a un 15% en el género masculino.
Esta no es la primera vez que se analiza el impacto del trabajo en las personas, aunque los estudios existentes se concentraron en el género masculino. De aquí que sus conclusiones resulten interesantes. En este sentido, la autora principal del artículo, Gill Weston, señaló a medios extranjeros: “Este es un estudio observacional, por lo que, si bien no podemos establecer las causas exactas, sí sabemos que muchas mujeres enfrentan una doble carga porque asumen más tareas domésticas que los hombres. Esto da como resultado un total de horas extensivo, presiones de tiempo adicionales y responsabilidades abrumadoras”.
“Si se tienen en cuenta las tareas domésticas no remuneradas y el cuidado de otras personas, las mujeres trabajan –en promedio– más tiempo que los hombres, algo que ya fue relacionado a una salud física más deficiente”, afirmó.
Asimismo, aclaró que los trabajadores que presentaron mayores síntomas de depresión fueron “los de más edad, con ingresos más bajos, fumadores y con actividades físicamente exigentes. Esto puede aplicarse a ambos géneros”, añadió la investigadora. En este sentido, los científicos esperan que este tipo de estudios contribuya a la reflexión de empleadores y políticos para reducir las cargas laborales “y aumentar el apoyo a las mujeres que trabajan muchas horas o de forma irregular, sin restringir su capacidad de trabajar cuando lo deseen”, completó Weston.