Bostezar es un gesto involuntario, que realizan tanto humanos como animales. Sin embargo muchas veces ocurre en momentos inoportunos o no deseados por la persona. Existen trucos para evitarlo.
Por empezar hay que entender que la teoría más aceptada acerca del bostezo tiene que ver con que sirve para “facilitar los procesos fisiológicos que ayudan al enfriamiento del cerebro”, según Andrew Gallup, psicólogo del Instituto Politécnico de la State University de Nueva York.
Este especialista del fenómeno agregó que el bostezo también “altera la velocidad y la temperatura del flujo de sangre que viaja al cerebro”. Traducido, el bostezo regula la temperatura de nuestro cerebro y evita que se sobrecaliente. Es por eso que un método para evitarlo consiste en colocar una bolsa de hielo sobre la cabeza o al menos, estar en un lugar frío.
Sin embargo existe una opción más sencilla que consiste en regular la respiración, según publicó 20 Minutos. “Hemos realizado experimentos en los que manipulamos los patrones de respiración de los participantes mientras estaban expuestos a estímulos para provocar que bostezaran, y encontramos que cuando los participantes inhalan y exhalan por la nariz, casi nunca bostezan”, dijo.
¿A qué se debe? “El motivo es que la respiración nasal repetitiva en realidad enfría las áreas del córtex frontal”, respondió.