Figura clave del kirchnerismo desde su inico, Alberto Fernández fue siempre un hombre de peso en la estructura de poder. Tanto así que cuando Néstor Kirchner dejó la presidencia fue uno de los funcionarios que siguieron en su cargo con Cristina. Pero fue la prolongada disputa con el sector agropecuario por las retenciones móviles lo que motivó su salida enfrentado con la entonces jefa de Estado.
Con el tiempo, lo que fue un alejamiento se transformó en enfrentamiento. Cristina lanzó acusaciones contra su exjefe de Gabinete, de la que se defendió con una carta pública. Hubo críticas mediáticas y pases de factura. Desde aquella renuncia, Alberto y Cristina no volvieron a hablar hasta el año pasado.
Esto decía #AlbertoFernández de @CFKArgentina.
— LT10 (@radiolt10) 18 de mayo de 2019
El exjefe de Gabinete fue uno de los más críticos con la expresidenta luego de renunciar a su cargo durante el gobierno de Cristina. Mirá el video. 👇👇👇 pic.twitter.com/ZSoN782dSL
El reencuentro primero se manifestó en conversaciones y negociaciones políticas con el peronismo para el armado electoral. Ahora se materializa en la fórmula electoral. Tanto estrecharon los vínculos, que el pasado 9 de mayo en la presentación de "Sinceramente", Cristina le agredeció en público a Fernández por darle la idea de escribir el libro.
“Nosotros nos peleamos mucho, nos reencontramos (…) Siento que hoy hay una Cristina Fernández que es más reflexiva”, dijo en las últimas horas quien hasta hoy parecía ser armador político, y ahora se conforma como candidato a presidente.
Antes de ser jefe de Gabinete desempeñó diversos cargos en la función pública, durante los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Previo a eso había sido asesor legislativo tanto en la Ciudad como en el Congreso nacional. En el año 2000 fue electo legislador porteño en una lista que llevaba a Domingo Cavallo como candidato a jefe de Gobierno.
Como armador político trabajó con Duhalde, luego con los Kirchner, y también con Sergio Massa en 2015. Tuvo en su momento una estrecha relación con el denominado “Grupo Calafate” que formaron Kirchner, Eduardo Valdéz, Julio Bárbaro, Esteban Righi, y Carlos Tomada, entre otros, en 1998.
Se especulaba con que podría ser futuro jefe de Gabinete en un eventual nuevo mandato de Cristina, por lo que su precandidatura presidencial fue una verdadera sorpresa en el mapa político.