La coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes (RedNac), Nayla Procopio, aseguró que la adopción de medidas que hagan "menos adultocéntrica" la cuarentena obligatoria "tendría que partir de una consulta a las niñas, niños y adolescentes (NNYA)".
La estudiante de psicología de 24 años planteó que "no se puede compararlos con perros" si lo que se busca es un enfoque superador en ese sentido, en alusión a las declaraciones públicas del diputado radical Facundo Suárez Lastra, autor principal de un proyecto de ley que propone que los chicos puedan salir al menos una vez por día, supervisados por un adulto.
Con más de seis años de activismo, Procopio esbozó un panorama de cómo es el día a día de los adolescentes urbanos, entre salidas virtuales al boliche, videos en la red social Tik Tok, viajes de egresados o fiestas de 15 suspendidos, sexting, convivencia obligada y escolarización a distancia.
Creada hace 20 años en el marco de la organización Feim, la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la salud sexual y reproductiva está presente en 13 provincias.
—¿Cómo está impactando la cuarentena obligatoria en los adolescentes?
—Hay mucha diversidad: no es lo mismo quien vive en un contexto agradable, que un lugar chiquito, con muchos hermanos, sin un cuarto propio y con situaciones de violencia familiar, de género o abuso sexual infantil.
Esto sumado a que en muchas familias les adultes sostén de hogar se quedaron sin trabajo. Pero no necesariamente el adolescente la pasa peor que el adulto porque por ahí tiene mucho más aceitada la vinculación virtual.
—¿Y qué pasa con la mutación de toda escolarización presencial en educación a distancia?
—Aprender se dificulta más con materias complejas, como las matemáticas, porque lo que hacían los chicos era consultar al compañero de banco, al amigo que la tiene clara; una dinámica grupal que se ve complicada.
Además, los chicos necesitan un apoyo más acentuado (de los padres) y no todos pueden o tienen conocimientos para ayudarles. Por otro lado, no es lo mismo tener tu propia computadora que compartir un celular entre tres.
Otro punto tiene que ver con la dificultad en el acceso a una alimentación básica de muchos chicos cuyos padres perdieron el trabajo; con hambre es imposible.
—¿Cómo funciona la sociabilidad de los adolescentes estos días?
—Los adolescentes están encontrando otros modos de cercanía. Mucho pasa por las redes sociales, sobre todo Tik Tok, que es furor.
Además, los boliches están haciendo vivos en Youtube o Instagram con música (a cargo de DJs) y están los grupos de amigos que los miran, se preparan como si fueran a salir y se muestran bailando en sus casas en plataformas como Zoom. Pero como todo, a media que pasan los días, hay un desgaste también de estas herramientas y aparecen momentos de angustia.
Hay muchos chicos que se iban de viaje de egresados y ahora está en duda si se van o no, chicas que tienen su fiesta de 15 suspendida: dos ejemplos de cosas que se dan una sola vez en la vida y si tocaba ahora, generan frustración
—¿Qué pasa con la sexualidad adolescente en cuarentena? ¿El sexting es una opción?
—El sexting se visibiliza ahora pero es una modalidad que venía funcionando hace mucho tiempo, incluso en adolescentes, que son los que priman en las redes sociales
Es muy importante dejar en claro qué se entiende por consentimiento y saber que si vas a enviar una foto, pierdes el control de lo que sucede con ella. Si bien algunas aplicaciones eliminan el contenido en 24 horas o no permiten captura de pantalla, es importante no mandar nada identificable.
Hay quienes se sienten más confiados practicando sexting con alguien que conocen previamente o al contrario. También hay quienes no lo practican porque no se sienten cómodos, y está perfecto también. Tampoco aceptar el chantaje de decir 'no estás en onda si no te sumás' porque no es una práctica necesaria en este momento ni en ninguno.
Luego, hay muchos casos de varones que mandan directamente fotos de su pene o de su torso en ropa interior: que el sexting ahora esté avalado, no quiere decir que la persona tenga ganas de recibir esas imágenes, debe ser consensuado.
—¿Qué piensas del proyecto de ley presentado por Suárez Lastra?
—Al no ser población de riesgo, los NNYA no reciben la mirada prioritaria que deberían tener; pero si queremos salir de la perspectiva adultocéntrica, no podemos compararlos con perros.
Hay que hacer primero un llamado a los NNYA para saber qué necesitan, si sería una medida que les da bienestar y salud o es algo que ni siquiera tienen ganas de usar.
Quizás no basta con que tengan autorización para salir una vez al día con un adulto de su familia, si lo que necesita el adolescente es un poco de privacidad. Además, no se está proponiendo un espacio ni de contención o de recreación donde puedan asistir con un sistema de turnos.
También hay que considerar lo que está pasando en las calles, porque tenemos un montón de relatos de acoso callejero y adolescentes desapareciendo en plena cuarentena.